Jornadas ACCEM sobre la trata de seres humanos

El impacto de la prostitución en la salud y la identidad de las mujeres

Las mujeres en situación de prostitución sufren un gran impacto en su identidad, a nivel cognitivo, físico y emocional, que se traduce en problemas de salud, de gestión de sus emociones y afectan en su manera de relacionarse con los demás.

Así lo explicó la psicóloga de nuestro Programa Alternativa en Andalucía, Ana Núñez, durante las jornadas organizadas por la ONG Accem, dedicadas a analizar la trata de seres humanos desde distintas perspectivas profesionales.

Jornadas ACCEM sobre la trata de seres humanos

La CIMTM Andalucía participó en estas jornadas, junto a otras profesionales y entidades como ACNUR, APERFOSA o la Sección de Investigación Criminal de Delitos contra las Personas de la Guardia Civil (EMUME).

La coordinadora de la delegación, Rocío Vidarte, explicó la intervención que realiza nuestro Programa Alternativa en la atención a mujeres en situación de prostitución, así como los distintos servicios de atención social, psicológica y jurídica que ofertamos, los acompañamientos a recursos y las labores de mediación.

Vidarte hizo hincapié en nuestra concepción de la prostitución como un fenómeno inseparable de la trata. “Sin la primera, no existiría la segunda. Ambas son crímenes organizados que suponen la expresión del machismo, el patriarcado, el capitalismo y la desigualdad económica”.

Por su parte, Ana Núñez se detuvo en las consecuencias derivadas de la explotación sexual:

Lo que sufre el cuerpo:

  • Enfermedades de transmisión sexual.
  • Cáncer de cérvix.
  • Dolores de espalda, cabeza o estómago. Cansancio crónico.
  • Problemas hepáticos.
  • Embarazos no deseados y abortos precarios.
  • Desórdenes alimenticios.
  • Falta de concentración y memoria, entumecimiento de manos y pies, problemas visuales y auditivos.
  • Fracturas y dislocaciones.
  • Muerte.

Lo que sufre la mente:

  • Baja autoestima por la exposición a constantes desvalorizaciones y humillaciones.
  • Estrés psicológico.
  • Creación de vínculos patológicos con las redes de control (síndrome de Estocolmo).
  • Aislamiento social, ruptura con el entorno más cercano. Soledad.
  • Miedo extremo, derivado de las deudas contraídas con los proxenetas, de su situación irregular, de la exposición a la violencia…
  • Desesperanza en el futuro: no búsqueda de alternativas.
  • No demanda de apoyo, o no de manera asertiva.

Todos estos factores desembocan en la adopción de un trauma, que afecta a sus creencias, a la visión de su mundo y a la visión de los otros, generándose un daño irreparable en su identidad personal.

Estas circunstancias se agravan cuando la mujer no conoce el idioma del país en el que se encuentra, o tiene dificultades para expresarse en él. También hay otras circunstancias, aprovechadas por los proxenetas, que colocan a las mujeres en una situación aun más vulnerable para su explotación, como haber sufrido abusos sexuales en la infancia o tener que sustentar económicamente un núcleo familiar, alimentando a sus hijas/os.

Por todas estas razones, nuestra organización continúa apoyando a las mujeres en su decisión de abandonar el sistema prostitucional, tanto en la primera línea, acompañándolas en el proceso, como a nivel político, reclamando la abolición de la prostitución como única garantía para la defensa de sus derechos.