Una recuperación sostenible de los estragos de la pandemia no es posible sin perspectiva de género
Aportaciones de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, en calidad de organización con estatus consultivo de la ONU
Segmento de alto nivel del ECOSOC
«Una recuperación sostenible y resistente de la pandemia de COVID-19, que promueva las dimensiones económica, social y medioambiental del desarrollo sostenible: Construyendo un camino inclusivo y efectivo para el logro de la Agenda 2030 en el contexto de la década de acción y entrega para el desarrollo sostenible.»
Una recuperación sostenible de los estragos de la pandemia no es posible sin perspectiva de género
A continuación explicamos por qué la abolición de la prostitución es necesaria para no dejar a nadie atrás en esta nueva realidad internacional.
Algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos (1, 3, 8, 10, 12, 16) son nuestro punto de partida. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 es nuestro hilo conductor.
Garantizar el acceso a empleos decentes para todas y todos es fundamental para construir un mundo más resiliente y justo y para acercarnos a una realidad sin pobreza. Las mujeres también deben tener acceso a trabajos decentes. No queremos ser objetos de consumo; vender nuestros cuerpos no puede seguir siendo una forma de vida para muchas mujeres y niñas.
Los argumentos regulacionistas se apoyan a menudo en la falacia de la libre elección. La verdadera libertad de elección sólo puede existir en un contexto de igualdad de oportunidades, y para ello no deben existir desigualdades económicas y de género a nivel mundial.
Dado que esto es una utopía, aboguemos hoy por la abolición de la prostitución, por la búsqueda de alternativas justas por parte de los gobiernos e instituciones internacionales, para las mujeres que sufren esta forma execrable de violencia.
No podemos luchar por la igualdad salarial mientras miles de mujeres en el mundo, especialmente en las regiones más empobrecidas, son explotadas sexualmente a cambio de un escaso estipendio para sobrevivir. Mientras situaciones de extrema vulnerabilidad (conflictos, tránsito hacia destinos inciertos en busca de asilo, y, cada vez más, las crecientes dificultades socioeconómicas causadas por la pandemia, entre otras) siguen empujando a más y más mujeres a la prostitución como única salida.
No podemos pedir igualdad en la toma de decisiones mientras, para muchas, la única alternativa es vender sus cuerpos.
No queremos dejar a nadie atrás, pero lo estamos haciendo, lo estamos permitiendo. Aceptar la regulación como una posibilidad es aceptar que no somos iguales, y que no seremos iguales.
La prostitución no es trabajo. Es violencia, esclavitud, desigualdad, enfermedad física y mental y en algunos casos, muerte. No queremos avanzar sin ellas, reconstruir el mundo post-pandémico olvidando a las que no pueden elegir.
Citando al Secretario General de las Naciones Unidas en la apertura de la sexagésima quinta sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, »COVID-19 es una crisis con rostro de mujer». Y nosotras añadimos, de todas mujer. También, de aquellas que se encuentran en la prostitución porque son pobres y porque son mujeres y necesitan que las instituciones y la sociedad civil den un paso al frente, se posicionen y cocreen, junto a ellas, alternativas para todas.
Accede a todas las aportaciones publicadas en el siguiente link: Statement submitted by organizations in consultative status with the Economic and Social Council.