Compartimos a continuación la entrevista que Feminicidio ha realizado al Sargento de la Guardia Civil, Antonio Asensio Frases, en el marco de la conferencia organizada por la CIMTM el pasado 10 de octubre, en el marco del Programa 10 en Igualdad, financiado por el Ministerio de Igualdad:
Antonio Asensio Frases en el Instituto Internacional, antes de la conferencia. Foto de Ana de Blas.
Que un sargento de la Guardia Civil, con doce años de experiencia en investigación de delitos de prostitución y trata, afirme que con su equipo –cuatro mujeres y un hombre– en todo ese tiempo solo haya visto “mujeres encadenadas a la prostitución”, y que “la prostitución es trata”, es un mensaje nítido a la sociedad española. Esto es lo que ha hecho Antonio Asensio Frases, especialista en violencia machista, prostitución y trata, en el marco de una conferencia abolicionista organizada por la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres. Es además autor de un libro basado es esa experiencia profesional y participa en el Plan Director para centros educativos, centrado en formar a los jóvenes sobre violencia contra las mujeres y menores y seguridad en internet.
– Su libro acerca de la prostitución se titula “Mujeres encadenadas”. ¿Por qué?
– Ese título refleja la inmensa mayoría de la realidad que viven estas mujeres, y es fruto de la experiencia de mi equipo –el EMUME de la Guardia Civil, unidades especialistas en temas relacionados con mujeres y menores–. Durante doce años, solo hemos visto mujeres encadenadas a la prostitución, y la prostitución es trata, por eso creo que es el título más adecuado. Después de tantos años de investigación, no puedo desvincular la prostitución de la trata, y esto a mujeres encadenadas, tanto física como emocionalmente.
– ¿Esas cadenas no se ven? Las especialistas en trauma nos explican que incluso cuando las mujeres tienen la puerta abierta, sin embargo no pueden salir.
– Si hablamos de esclavitud, todos pensamos en cadenas de metal. Pero cuando hablamos de esta esclavitud vinculada a la prostitución y a la trata son cadenas emocionales. Es muy fácil para un grupo organizado subvertir la voluntad de una niña en origen, entre doce y dieciséis años, para prostituirla en destino. Encadenadas al síndrome de Estocolmo, indefensiones aprendidas… En doce años de trabajo en prostitución, únicamente me he encontrado una mujer, que era española y tenía 50 años, que me dijo: “Si hubieran venido ustedes treinta años antes… ahora ya soy libre”, porque ya no le daba ningún rendimiento al proxeneta. Conclusión: no lo era, no lo fue nunca.
– Cuando entrevistamos a mujeres supervivientes de la prostitución, la mayor parte no tiene una visión muy positiva de las fuerzas y cuerpos de seguridad. ¿Por qué cree que en muchas ocasiones las víctimas no confían en ustedes?
– Porque es una de las primeras reglas que inculca el sistema prostitucional. Las obligan a contar una “subverdad”, les han dicho que somos corruptos, que como denuncien su caso su familia en origen corre riesgo. Si son nigerianas, les dicen que si denuncian el rito vudú se activará y harán daño a su familia y a ellas. Por todo esto, cuando nos ven a nosotros ven al enemigo, a alguien a quien hay que mentir. No concuerda la comunicación verbal con la no verbal. Las veces que he preguntado “¿ustedes son voluntarias?”, me han dicho siempre que sí, cuando siempre era que no. Porque nosotros, por otros sistemas, conocíamos la verdad.
– ¿Ustedes también podrían mejorar sus protocolos?
– Sí, de hecho ya hace unos años, con la última modificación en el Código Penal del delito de trata en 2015, creo que se ha hecho un esfuerzo ingente por dotar a las fuerzas y cuerpos de seguridad de mayores habilidades para tratar a las víctimas de violencia sexual, violencia de género, trata y prostitución, y menores.
– En este sentido, ¿en las intervenciones hay presencia de mujeres guardias civiles o policías?
– Nosotros sí lo hacemos, siempre deben ir más mujeres que hombres. Porque es un delito sexual con víctima mujer. Su papel es fundamental y prioritario en los equipos.
Antonio Asensio Frases tras la conferencia organizada por la CIMTM en el Instituto Internacional. Fotografía de Ana de Blas.
– Ha dicho antes con rotundidad que la prostitución es trata. ¿Está de acuerdo con una definición de la prostitución como una forma de violencia sexual?
– Sin lugar a dudas. Esta es una opinión que solo me representa a mí: después de mi experiencia de años haciendo inspecciones a los clubes, realizando operaciones de investigación de prostitución, interviniendo teléfonos de víctimas, tratantes y proxenetas, puedo decir que el cien por cien de lo visto ha sido prostitución forzada. La trata es el comercio para llevar a la prostitución.
– Desde esta experiencia ¿son necesarias reformas legislativas en España para proteger a las víctimas y perseguir a los responsables, para ser más eficaces?
– Desde el punto de vista de la investigación, tenemos herramientas suficientes para luchar contra la prostitución y la trata. Evidentemente, siempre son mejorables, conforme vas investigando, las lagunas en los delitos penales se van modificando. Creo que el legislador nacional ha hecho un buen trabajo acoplando las directivas internacionales al régimen interno. Ahora hace falta llevar a cabo más políticas nacionales, como la ley integral de trata y prostitución, y la ley orgánica de abolición del sistema prostitucional.
Al fin y al cabo, la prostitución y trata es una violencia de género contra la mujer. Creo que cuando en 2004, con la ley integral contra la violencia de género, se puso el foco en esta forma de violencia y se visibilizó, se hizo patente el problema. Una ley integral va a hacer mucho más patente en la sociedad este problema que tenemos de la trata de seres humanos y la prostitución. Me hubiera gustado que esta ley, y la abolicionista, que tramitaban el Congreso, vieran la luz.
– Las supervivientes nos dicen que las mujeres no denuncian porque tienen miedo.
– Por eso hay que fortalecer las medidas para que no haga falta una denuncia para que todos los mecanismos de apoyo se inicien. No vincularlos a la denuncia policial o a la cooperación con la justicia. Si quiere denunciar, bien, si no, el objetivo es el mismo: su reinserción, su recuperación, sacarla de ese mundo.
– ¿Hay que sancionar al demandante, al putero? Países como Suecia o Francia lo consideran necesario para la reducción de daños y avanzar en igualdad. El pasado septiembre, el Parlamento Europeo ha instado a los Gobiernos para actuar en ese sentido.
– La sanción es una medida de desincentivar la demanda, sin lugar a dudas. Personalmente no lo vería mal. Con ello, seguramente en algún lugar alguna mujer dejaría de ser captada para la prostitución, así que desincentivando la demanda indirectamente estamos trabajando mucho contra la prostitución y la trata.
– ¿Han encontrado una actitud especialmente violenta o degradante contra las mujeres entre los proxenetas y los demandantes?
– Por parte de los proxenetas, si hablamos de violencia física, sí la hemos visto, pero no es mayoritaria. Cuando una persona ha sido subvertida, no hace falta mucha violencia para que haga lo que dicen, apenas lo necesitan. Les es muy fácil controlarlas, las han captado siendo niñas y no han conocido otra cosa que el sistema prostibulario, las han hecho adictas a la cocaína y todo tipo de drogas, ellos son sus propios camellos. Con pequeñas coacciones o amenazas les basta, van a tener obediencia debida, y si eso no les basta lo siguiente es la violencia.
Respecto a los demandantes, sobre las peticiones sexuales hemos visto de todo, violencia gratuita añadida hemos visto menos. Pero hay más muertes de mujeres a manos de ellos que de los proxenetas.
– ¿La prostitución “educa” a los hombres contra la igualdad?
– La prostitución es desigualdad, ya de por sí. La mujer no parte con las mismas libertades que el hombre que la solicita. No he visto por lo general una exarcebación especial del “cliente” por humillar a la mujer, es más satisfacer su demanda sexual: mis demandas son éstas y tú, que eres una mujer prostituta, me las vas a dar.
– ¿Han encontrado nuevas formas de captación, como las webcam, o sugar daddys, antes de llegar a los clubes?
– Antes de este boom digital, la captación era mayormente física, en poblaciones de Rumanía, Bulgaria, América del Sur, Nigeria. La captación se ha digitalizado, en su inmensa mayoría. Hoy las mafias de la prostitución captan menores en todas las redes sociales: en OnlyFans, en TikTok. Por eso incidimos mucho en los centros educativos para que no sexualicen su perfil digital, porque están ahí. Todas las mafias entran con un mensaje privado: “hola”, luego empiezan con ofrecimientos. El sistema prostitucional va a estar allí donde haya menores.