Manifiesto 8M- Por una Sociedad Libre de Violencia Machista y Explotación
En este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, alzamos la voz por todas aquellas a quienes se les ha arrebatado. Por las que ya no están. Por las que siguen resistiendo. Por las que aún no pueden hablar.
Desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres reafirmamos nuestro compromiso inquebrantable en la lucha contra todas las formas de violencia y discriminación. Nos mueve la esperanza de que otro mundo es posible. Un mundo donde las mujeres no sean explotadas sexualmente, cosificadas ni asesinadas. Un mundo donde la justicia no llegue tarde. Aprovechamos, para recordar algunas de nuestras reivindicaciones:
Abolición de la prostitución: Ni libre ni elegida, la prostitución es violencia
La prostitución no es una decisión individual, sino una estructura de poder. Es la expresión más brutal de la desigualdad, donde la pobreza y la desesperación son el motor de un sistema que se enriquece a costa del sufrimiento de las mujeres. Nos negamos a aceptar que nuestros cuerpos sean moneda de cambio en un mercado que se lucra con la violencia. Exigimos la abolición de la prostitución, la persecución del proxenetismo en todas sus formas y la penalización de los puteros, sin olvidar la necesidad de alternativas reales y dignas para las mujeres que desean salir del sistema prostitucional.
Abolición de los vientres de alquiler: Ni ‘gestación subrogada’ ni altruismo, sino explotación
No existe un derecho a ser madre o padre, pero sí existen derechos que protegen a las mujeres de la explotación. Los vientres de alquiler son una forma de violencia reproductiva que convierte a las mujeres en meros instrumentos de producción. La pobreza no puede ser el motivo por el que una mujer se vea obligada a entregar su cuerpo y su maternidad a intereses ajenos. Por ello, exigimos la prohibición de esta práctica a nivel global y la protección de las mujeres frente a esta nueva forma de trata.
Educación para la igualdad: Sembrando hoy la justicia de mañana
La desigualdad no nace con nosotras, se nos enseña. Se nos inculca en la infancia, en las aulas, en la publicidad, en la cultura. Por eso, la coeducación debe ser una prioridad y no una opción. Queremos un sistema educativo que no tolere la violencia machista, que incluya una educación afectivo-sexual de calidad, que desmonte los estereotipos de género y que transmita a niños y niñas valores igualitarios e inclusivos. Porque sólo así podremos erradicar de raíz la violencia estructural contra las mujeres y lograr un futuro libre de violencias machistas.
Compromiso con la erradicación de la violencia de género: Ni una menos, ni una más
Desde 2003, 1.296 mujeres han sido asesinadas a causa de la violencia machista. 62 niños y niñas han sido víctimas de la violencia vicaria. Detrás de cada número hay una historia de terror, un sistema que ha fallado, una justicia que no ha protegido. Nos negamos a que estos crímenes sigan siendo cifras. Exigimos más recursos para la protección de las víctimas, formación especializada para operadores jurídicos, FCSE, y profesionales de todos los ámbitos, así como una aplicación efectiva de la ley para que ninguna mujer quede desprotegida.
Unidas ante el machismo estructural
El feminismo es plural, pero su objetivo es común: la erradicación del machismo en todas sus formas. Frente a quienes pretenden divisiones dentro del movimiento feminista, respondemos con sororidad y resistencia. Este 8M es un grito de lucha y memoria. Es un llamado a la unidad del movimiento feminista, al diálogo y al compromiso. Porque juntas somos invencibles. Porque no vamos a retroceder ni un paso. Porque el feminismo salva vidas.
Hoy, mañana y siempre, seguimos en pie. Por las que ya no están y las que están por llegar.