Mujer esperando llamada

Intervención telefónica para relacionarnos y ayudar a las mujeres víctimas de violencia de género

El trabajo de intervención telefónica no deja de ser un medio de ayuda eficaz para estos momentos. El objetivo es que la mujer tenga presente que al otro lado del teléfono se encuentra una interlocutora válida, que le va a permitir expresar sus emociones y sentimientos libremente, sin ser juzgada, es más, siendo legitimada y creando un espacio de desahogo emocional favorecido por el vínculo terapéutico.

Con las mujeres que ya estaban en terapia previamente, simplemente he continuado con mi intervención, al tener en cuenta que nos habíamos visto en anteriores consultas presenciales ya estaba establecido el reconocimiento físico en nuestro imaginario.

Pero el trabajo se realiza igualmente que con las mujeres que he contactado por primera vez por vía telefónica. Esencial es la escucha terapéutica y el manejo de los silencios, el poder dejar ese espacio de reflexión hacia un insight, un darse cuenta que surge de la propia dinámica terapéutica.

Quedo en llamarlas un determinado día de la semana y a una hora concreta, al igual que cuando asistían a sus consultas presenciales, he sido sumamente cuidadosa en respetar los horarios, para no sobreexponerlas, ya que al estar en confinamiento junto a los maltratadores se facilita el que puedan ejercer un mayor control hacia ellas. En ocasiones acordaba con las mujeres que la hora y el día de la llamada fuera la que se dejaran para ir a la compra y así poder hablar con libertad.

He percibido un aumento de la problemática con respecto a las madres que tienen establecido un régimen de visitas, ya que muchos de los padres han aprovechado esta situación para no entregar a los menores o amenazarlas con llevárselos, aunque sepan que están incumpliendo, pero son conscientes de que en la situación actual es muy posible que se demoren los trámites judiciales.

Si la soledad no buscada ya es nociva, en estas circunstancias especiales se agudiza aún más, ya que una de las estrategias del maltratador ha sido utilizar el aislamiento, y algunas mujeres se encuentran aisladas de la familia y sin redes sociales, con lo que se acentúa la problemática de soledad.

He podido observar cómo las mujeres están esperando mi llamada, de hecho, en alguna ocasión en la que me he demorado unos minutos porque no había finalizado con la intervención anterior, han llamado a nuestro servicio para confirmar la cita.

Considero que ahora más que nunca se hace necesaria una relación de ayuda en la que se sientan acompañadas en su proceso. Validar sus sentimientos y ayudarlas a ponerles nombre.

En algunas ocasiones lo que he realizado es una contención emocional, por el desbordamiento que la situación produce, otras veces he facilitado la expresión de las emociones sin llegar al descontrol.

Así como en otras he podido avanzar más hacia la clarificación, identificación del problema o ayudarlas a recordar momentos difíciles, todo ello llevado desde el respeto a sus propias decisiones y a la transmisión de confianza hacia el camino de la recuperación.

 

Cecilia Illán Delgado

Psicóloga del Programa Fortaleza

Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres

Mujer esperando llamada

900 100 009

Número gratuito de atención a mujeres víctimas de violencia machista

 

Horario: de lunes a viernes, 9:00 – 21:00 horas