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Organizaciones de mujeres exigimos que la Directiva de violencia contra la mujer incluya el delito de violación

El pasado martes 14 de noviembre, tuvo lugar en Madrid la jornada «La Directiva de la UE para combatir la Violencia contra las mujeres: Una oportunidad para Europa», organizada por el Lobby Europeo de Mujeres en España, European Women’s Lobby y la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, en la que se expuso el estado actual de la propuesta de Directiva para combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, su contenido, y los cambios que ha sufrido en los últimos meses en el proceso de negociaciones.

El Acto se centró en la urgente necesidad de incorporar en la Directiva el delito de violación, siendo este artículo el mayor escollo en la negociación de los países miembros en el Consejo de la UE.

La jornada comenzó con la intervención de Marta Asensio, activista y superviviente de violencia sexual, cuyo testimonio demuestra la necesidad de incorporar el delito de violación basado en el consentimiento libremente otorgado. “Lo hago en mi nombre y pensando en las más de 9 millones de mujeres en toda la UE que hemos sido víctimas de violación.”

“Como sociedad necesitamos entender que cualquier acto sexual sin consentimiento otorgado en condiciones de libertad y mutualidad es una violación. En mi caso, yo no podía decir que no. Como víctima de sumisión química y con mi voluntad completamente anulada no tuve la oportunidad de defenderme de mi agresor. Esto ocurre de manera muy habitual. Otras mujeres se paralizan ante el miedo, se quedan en shock y no pueden escapar de esa situación. Incluso aunque conozcan al agresor. Pero eso no disminuye la gravedad de la violación.”, expresó Marta en su intervención.

Asensio afirma que su historia «Muestra la importancia de poner el consentimiento en el centro, que no siempre se puede decir que no y la pregunta no debe ser a las víctimas, ¿te resististe o no? Sino que hay que cambiar el foco. Preguntar a los agresores ¿lo hiciste a pesar de que ella no era libre para consentir?»

Tras el alegato de Marta, intervino Irene Rosales, Coordinadora de campañas de influencia política en violencia de género del European Women’s Lobby (EWL), quien explicó el proceso legislativo europeo que ha seguido esta Directiva hasta la fecha y el estado actual de las negociaciones.

Rosales puso sobre la mesa la importancia de incluir el delito de violación para tener una definición común en toda la UE, ya que, según un estudio publicado por el EWL, hasta 11 estados miembros de la UE cuentan todavía con definiciones de violación basada exclusivamente en el uso de la fuerza: Bulgaria, República Checa, Estonia, Francia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia. De hecho, en países como Lituania, la violación conyugal o en el contexto de una relación no se considera como tal.

A día de hoy, tanto el Consejo de la UE como el Parlamento Europeo han adoptado sus posiciones, y desde julio de este año se están desarrollando lo que se conoce como “negociaciones tripartitas” entre el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, el Consejo de los Estados Miembros, que desde el 1 de julio preside España. El próximo trílogo tendrá lugar el 12 de diciembre y desde las organizaciones de mujeres esperamos que la Presidencia española consiga un nuevo acuerdo del Consejo.

Francia y Alemania, en contra del delito de violación

Irene Rosales señaló con especial preocupación el estado actual de las negociaciones, ya que “Para que la Directiva sea aprobada se requiere de una mayoría cualificada en la votación, eso es, del ‘sí’ de 15 países y el 65% de la población”.

Durante la jornada, se puso de manifiesto el lamentable hecho de que países como Francia y Alemania se estén posicionando abiertamente en contra de incluir el delito de violación en la Directiva. En este sentido, Rosales afirmó que “No se puede dar marcha atrás en los estándares que ya se han establecido en el Convenio de Estambul”.

En tercer lugar intervino la Doctora Teresa Freixes, Catedrática de Derecho Constitucional y Catedrática Jean Monnet ad personam, experta en los Tratados y normativa Europea, quien ha analizado en profundidad las implicaciones que tendría la aprobación de una Directiva de violencia contra la mujer en un estudio publicado por LEM España en 2022. Durante su intervención destacó que la Directiva, a pesar de las reticencias y excusas de algunos Estados Miembros, sí que tiene base jurídica, y muestra de ello es precisamente que la Comisión Europea, quien ostenta la iniciativa legislativa en la UE, diera paso a este proyecto.

“Estamos en un momento muy delicado, porque si la Directiva no consigue ser aprobada antes de las elecciones europeas de mayo de 2024, lamentablemente decaerá, y habrá que empezar todo el proceso desde el principio. Todo ello a pesar de haber llegado tan lejos y tras 20 años reclamando la existencia de una Directiva de estas características.” advirtió Freixes.

Ante esta situación, más de 100 expertas y expertos jurídicos de la UE han firmado una carta abierta para exigir que se mantenga en la directiva, proporcionando argumentos legales que refutan las excusas de los Estados miembros.

Para culminar el acto, intervino la Magistrada Inmaculada Montalbán Huertas, vicepresidenta del Tribunal Constitucional y experta en violencia contra las mujeres e igualdad entre hombres y mujeres, para quien hay 3 elementos claves a la hora de abordar la violencia contra las mujeres:

– Tener leyes específicas para combatir este delito.
– Tener instituciones especializadas y personal formado y especializado.
– Mantener una presión social a través de las organizaciones sociales, fundamentalmente de mujeres.

Montalbán quiso dejar claro que «La Directiva, tal y como dice el lema de esta jornada, es una oportunidad para Europa y confío en que no se pierda esta ocasión, ya que el escenario al que nos enfrentamos es desolador.»

Tras la jornada celebrada, quedo clara la importancia de conseguir la mayoría necesaria para que la Directiva para combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica se apruebe antes de las próximas elecciones europeas con los mayores estándares de protección para las mujeres y niñas.

Para ello es imprescindible que los Estados Miembros de la Unión reconozcan la existencia de una base jurídica para legislar a nivel europeo sobre el delito de violación sobre la base del consentimiento, ya que tal como se expuso a lo largo del acto, es la única manera de asegurar los derechos de mujeres y niñas en Europa.

Desde la izquierda: Mª José Carretero (Tesorera CIMTM), Marta Asensio (Activista y superviviente de sumisión química), Teresa Nevado (secretaria general LEM ESpaña), Susana Martínez Novo (Presidenta CIMTM), Irene Rosales (Coordinadora de campañas de influencia política en materia de violencia contra la mujer del EWL), Rosa Mª Fernández Sansa (Presidenta de LEM España), Teresa Freixes (Catedrática de Derecho Constitucional)

Las organizaciones de mujeres exigimos que la violación se tipifique como delito en la nueva Directiva de la UE

Las organizaciones de defensa de los derechos de la mujer de toda la UE, miembros del Lobby Europeo de Mujeres, están indignadas al ver la falta de avances en las negociaciones y el vergonzoso bloqueo planteado por varios Estados miembros al artículo sobre el delito de violación en la propuesta de Directiva sobre la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, a pesar de las firmes posiciones a favor adoptadas por la Comisión Europea y el Parlamento Europeo.

La primera ley de la UE sobre la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica se encuentra actualmente en la mesa de negociación a nivel de la UE. Impulsado por países como Francia y Alemania, el Consejo de la UE quiere suprimir el artículo que establece una definición común de violación basada en la falta de consentimiento libremente otorgado. Otros Estados miembros de la UE, como Bélgica, Grecia, Irlanda, Italia y Luxemburgo, discrepan de esta postura y lamentan la falta de ambición política.

Los derechos de las mujeres no son negociables. Todas las mujeres y niñas, vivan donde vivan en Europa, corren el riesgo de ser violadas y merecen el mismo nivel de derechos y protección.

Las organizaciones de mujeres instan a sus Estados miembros a incluir de nuevo una definición de violación basada en el consentimiento en la Directiva de la UE. Les pedimos que defiendan los derechos de las mujeres tanto con palabras como con acciones y que adopten rápidamente una Directiva firme para combatir la violencia contra las mujeres y proteger a sus víctimas.

Algunos países, como Francia y Alemania, están llegando al extremo de presionar activamente para que no se hable más de la violación. No podemos permitir que lo consigan. Están utilizando argumentos jurídicos como excusa para ocultar su falta de ambición política. Más de 100 expertos y expertas del ámbito jurídico de toda la UE han firmado esta carta abierta que proporciona los argumentos legales que refutan las excusas de los Estados miembros.

Desde el 1 de octubre de 2023, la UE es parte oficial del Convenio de Estambul, la herramienta más completa para acabar con la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica en Europa. Lamentablemente, este notable hito por el que las organizaciones de mujeres lucharon durante años se ve ensombrecido por la hipocresía de estos Estados miembros. Todas las formas de violencia contra las mujeres contempladas en el Convenio deben abordarse y prevenirse adecuadamente, incluidas la violencia sexual y la violación, que forman parte de las competencias de la UE.

La violación es una de las formas más generalizadas y brutales de violencia contra mujeres y niñas que se utilizan sistemáticamente para silenciar a las mujeres en toda Europa. Según la ONU, la violación y la violencia sexual constituyen «crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o un acto constitutivo en relación con el genocidio.»

Pero a pesar de ello, hoy en día no existe un enfoque común sobre esta cuestión en toda la UE.

Actualmente, 11 Estados miembros (Bulgaria, República Checa, Estonia, Francia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia) tienen definiciones sobre la violación que se basan en el ejercicio de la fuerza como elemento principal del delito. Estas leyes no protegen a las mujeres, que necesitan demostrar que se resistieron físicamente a la violación. Conducen a la victimización secundaria, ya que no reconocen reacciones comunes como la paralización por miedo. Estas reacciones tampoco están adecuadamente cubiertas por el enfoque basado en el consentimiento «no es no» que prevalece en Austria y Alemania. Las mujeres siguen teniendo que demostrar que dijeron que no, ya que el grado de resistencia, verbal o no verbal, se utiliza como medida para determinar si la víctima dio su consentimiento. Países como Lituania van aún más lejos y no abordan la violación marital o la que se produce dentro de las relaciones de pareja.

Es imprescindible un planteamiento común a escala de la UE basado en un enfoque positivo. El enfoque «sólo sí significa sí» ha demostrado que funciona mejor para proteger y garantizar el acceso a la justicia y la reparación. En países donde se ha adoptado este modelo, como Suecia, fiscalía y judicatura han acogido con satisfacción estos cambios positivos que han llevado a un aumento de las denuncias y de las tasas de condena. Este modelo ayuda a la gente a entender que el sexo sin libre albedrío no es sexo, sino violación, y contribuye a acabar con los mitos persistentes de que los delitos sexuales sólo son perpetrados por extraños.

Los testimonios de supervivientes y activistas también ayudan a romper estos mitos. Marta Asensio contó su experiencia cuando su pareja le administró drogas para violarla durante la noche. Estos valientes testimonios nos cuentan la historia de victimización que sufren las mujeres: la falta de asesoramiento y apoyo durante el proceso y la reparación nunca conseguida. Pero, la judicatura no puede garantizar la reparación de las víctimas sin leyes adecuadas. Mientras tanto, prevalece una cultura de impunidad.

Dentro de aproximadamente un mes, el 25 de noviembre, los dirigentes de los Estados miembros de la UE harán declaraciones y tuitearán su apoyo al Día Internacional para poner Fin a la Violencia contra las Mujeres. Al hacerlo, su hipocresía servirá de insulto a las mujeres y niñas a las que decidieron traicionar al negarse a tomar medidas para abordar la violación de forma común a nivel de la UE, uno de los crímenes más brutales y atroces contra los derechos de las mujeres.

No hay excusa para defraudar así a las mujeres. Las mujeres y las niñas de la UE no pueden esperar más.

Pedimos a todos los ciudadanos que se unan a nosotros para presionar a sus gobiernos nacionales y Ministerios de Justicia y exigir que la seguridad de las mujeres sea la máxima prioridad. Somos Fuertes, estamos unidas, y nuestro mensaje es claro: queremos que se vuelva a incluir en el texto final de la Directiva de la UE una definición de violación basada en el consentimiento libremente otorgado, para que todas las mujeres de la UE, independientemente de dónde vivan o viajen, puedan estar protegidas sobre la misma base.

En el marco de estas reivindicaciones, el próximo 14 de noviembre, tendrá lugar en Madrid la Jornada: La Directiva de la UE para combatir la Violencia contra las mujeres: Una oportunidad para Europa, donde destacadas expertas en la materia debatirán sobre las implicancias de la Directiva en el futuro de las mujeres y niñas a nivel nacional y europeo.

El acto ha sido coorganizado por la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres y Lem España, como integrantes del EWL.

Será necesario reservar plaza para asistir al encuentro.