Mujer en el ordenador

Reinventando espacios de confianza

La situación que estamos viviendo por el COVID-19, única y extraordinaria, nos ha obligado a reinventar nuestra manera de trabajar y de relacionarnos con las mujeres que atendemos desde la organización.

Como psicóloga siempre he visto primordial el vinculo entre la usuaria y la profesional. Gracias a él se forma un espacio de confianza e implicación que hace que el éxito de la terapia aumente categóricamente.

En la actualidad, al tener que llevar a cabo las consultas vía telefónica o por videollamada, es mucho mas costoso crear dicho vinculo, nos faltan sus miradas pensativas, sus llantos silenciosos o sus medias sonrisas cuando consiguen vislumbrar la luz en nuestra conversación. Aún así, siendo un sobresfuerzo lo conseguimos y podemos sentir la alegría y el agradecimiento cuando cogen el teléfono, sentir que gracias a nuestra intervención no se sienten solas y desamparadas ante la situación que están viviendo y que hay alguien cada semana para escucharlas y tenderles una mano en estos momentos tan duros que están viviendo.

Por otro lado, las intervenciones grupales que antes esperaban con anhelo cada semana, ahora tienen lugar por videoconferencia, y aunque no hay abrazos ni besos, sigue habiendo la misma ilusión y las mismas sonrisas al ver a sus compañeras y poder notar que siguen teniendo ese espacio donde sentirse escuchadas y apoyadas.

Gracias al gran trabajo de todas las profesionales que trabajan en la Comisión para la investigación de Malos Tratos a Mujeres, ya que con nuestro esfuerzo y perseverancia en la lucha contra la violencia de género estas mujeres nunca estarán solas.

 

Irina Núñez de Arenas Box 

Psicóloga del Programa Fortaleza

Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres

Mujer en el ordenador

900 100 009

Número gratuito de atención a mujeres víctimas de violencia machista

 

Horario: de lunes a viernes, 9:00 – 21:00 horas

Gracias a vosotras

Hoy, después de oír una y mil veces vuestras palabras de cariño, apoyo y agradecimiento a nuestro trabajo, queremos ser nosotras las que os agradezcamos tanto como nos habéis enseñado.

Sobre capacidad de superación
Sobre ganas de salir adelante
Sobre esperanza en el futuro

Nosotras también aprendemos de vosotras.
GRACIAS, PUES TAMBIÉN A VOSOTRAS.

Las mujeres que sufren violencia de género:

SI ESTÁN CONFUNDIDAS
SI TEMEN POR SUS HIJOS
SI TIENEN MIEDO
SI TEMEN REPRESALIAS
SI SIENTEN VERGÜENZA 
SI TEMEN LAS DIFICULTADES ECONÓMICAS QUE ACARREA LA SEPARACIÓN
SI TEMEN LA PRESIÓN SOCIAL
SI SIENTEN CULPA

Y… SI NECESITAN AYUDA

Para saber qué les pasa
Para ayudar a sus hijos
Para recuperar su autoestima arrebatada por el maltratador
Para saber cuáles son sus derechos

Nosotras, todas las profesionales que trabajamos en el PROGRAMA FORTALEZA, queremos daros las GRACIAS a vosotras, mujeres que sufrís violencia de género, por enseñarnos cada día que DEL MALTRATO SE SALE.

SI NECESITAS AYUDA, LLÁMANOS
900 100 009

 

Natividad Hernández-Claverie Gala

Psicóloga del Programa Fortaleza

Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres

Gracias a vosotras

Gracias a vosotras

900 100 009

Número gratuito de atención a mujeres víctimas de violencia machista

 

Horario: de lunes a viernes, 9:00 – 21:00 horas

Mujer esperando llamada

Intervención telefónica para relacionarnos y ayudar a las mujeres víctimas de violencia de género

El trabajo de intervención telefónica no deja de ser un medio de ayuda eficaz para estos momentos. El objetivo es que la mujer tenga presente que al otro lado del teléfono se encuentra una interlocutora válida, que le va a permitir expresar sus emociones y sentimientos libremente, sin ser juzgada, es más, siendo legitimada y creando un espacio de desahogo emocional favorecido por el vínculo terapéutico.

Con las mujeres que ya estaban en terapia previamente, simplemente he continuado con mi intervención, al tener en cuenta que nos habíamos visto en anteriores consultas presenciales ya estaba establecido el reconocimiento físico en nuestro imaginario.

Pero el trabajo se realiza igualmente que con las mujeres que he contactado por primera vez por vía telefónica. Esencial es la escucha terapéutica y el manejo de los silencios, el poder dejar ese espacio de reflexión hacia un insight, un darse cuenta que surge de la propia dinámica terapéutica.

Quedo en llamarlas un determinado día de la semana y a una hora concreta, al igual que cuando asistían a sus consultas presenciales, he sido sumamente cuidadosa en respetar los horarios, para no sobreexponerlas, ya que al estar en confinamiento junto a los maltratadores se facilita el que puedan ejercer un mayor control hacia ellas. En ocasiones acordaba con las mujeres que la hora y el día de la llamada fuera la que se dejaran para ir a la compra y así poder hablar con libertad.

He percibido un aumento de la problemática con respecto a las madres que tienen establecido un régimen de visitas, ya que muchos de los padres han aprovechado esta situación para no entregar a los menores o amenazarlas con llevárselos, aunque sepan que están incumpliendo, pero son conscientes de que en la situación actual es muy posible que se demoren los trámites judiciales.

Si la soledad no buscada ya es nociva, en estas circunstancias especiales se agudiza aún más, ya que una de las estrategias del maltratador ha sido utilizar el aislamiento, y algunas mujeres se encuentran aisladas de la familia y sin redes sociales, con lo que se acentúa la problemática de soledad.

He podido observar cómo las mujeres están esperando mi llamada, de hecho, en alguna ocasión en la que me he demorado unos minutos porque no había finalizado con la intervención anterior, han llamado a nuestro servicio para confirmar la cita.

Considero que ahora más que nunca se hace necesaria una relación de ayuda en la que se sientan acompañadas en su proceso. Validar sus sentimientos y ayudarlas a ponerles nombre.

En algunas ocasiones lo que he realizado es una contención emocional, por el desbordamiento que la situación produce, otras veces he facilitado la expresión de las emociones sin llegar al descontrol.

Así como en otras he podido avanzar más hacia la clarificación, identificación del problema o ayudarlas a recordar momentos difíciles, todo ello llevado desde el respeto a sus propias decisiones y a la transmisión de confianza hacia el camino de la recuperación.

 

Cecilia Illán Delgado

Psicóloga del Programa Fortaleza

Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres

Mujer esperando llamada

900 100 009

Número gratuito de atención a mujeres víctimas de violencia machista

 

Horario: de lunes a viernes, 9:00 – 21:00 horas

Mujer en libertad

El confinamiento como pretexto para empatizar con las víctimas de violencia de género

La víctima, aislada, permanece recluida por su opresor, aquel que exige dicha situación con imposición, reprimiendo la libertad individual que tiene cualquier ser humano a poder proyectar su esfera social, destruyendo así su individualidad personal.

Durante estos días, he pasado por altibajos emocionales, seguramente derivados de la situación anómala en la que nos encontramos, situación que nunca antes habíamos vivido. Se declaró el Estado de Alarma y, repentinamente, comenzamos a darnos cuenta de que la libertad es un bien de gran valor. Un bien que, si bien es inherente a cada individuo desde que nace, muy pocos damos el valor que representa el hecho de tenerla, puesto que en nuestra mente no se baraja lo contrario.

Enfocándolo desde un punto de vista emocional, donde esa idea de libertad queda completamente desvirtuada, la encontramos en todas aquellas personas que permanecen ocultas bajo una idea errónea de amor incondicional (inexistente, al fin y al cabo), sin ser conscientes de que todo aquel que ama respeta, comprende y cuida con sumo cuidado, evitando causar daño al otro, empujando y estimulando para que crezca, se realice y luche por sus inquietudes. Es esto, en definitiva, lo que nos hace personas.

Es en este punto donde me gustaría hacer un paralelismo respecto a la situación de confinamiento en la que nos hallamos inmersos. Así, hay quien se pasa confinada a manos de sus parejas durante toda su vida y a ojos de la gente son invisibles. Estar confinado no es solo un estado físico, sino también moral y emocional. Y es en estos casos en los que ofrecer apoyo se hace imprescindible, pues ello denota ese apoyo que tanto deseamos y necesitamos. Así, muchas de estas personas se encuentran confinadas sin ni siquiera ser conscientes, por eso es importante hacer saber a quien padece esta situación lo mucho que valen, mostrándoles la posibilidad de que puedan alzar su voz y tomen conciencia de tal situación.

Mujeres, estos días me estáis enseñando que podéis cambiar la dirección de esa lucha, enfocándola hacia vosotras mismas para liberaros de esa cárcel que os oprime y no os permite vivir. Quería aprovechar estos momentos para daros las gracias a todas las mujeres que os dejáis apoyar y que nos hacéis sentir mucho orgullo de la labor que desempeñamos, haciéndonos saber que somos de gran utilidad y que, en definitiva, nos llena para continuar con nuestra labor profesional. ¡Nunca estaréis solas!

Finalmente, me gustaría señalar que, en esta crisis sanitaria, todos somos conscientes de los peligros que entraña el virus y de cómo combatirlo, sabemos que nos esperan muchos retos por superar, pero apenas reparamos en aquellas que, de un modo imperceptible para la mayoría de la población, vienen sufriéndola durante mucho más tiempo de lo que dura esta cuarentena.

Todavía les espera el mayor reto de sus vidas, luchar por su libertad. Darles su apoyo mediante la escucha, el aliento, la comprensión y el cariño. Es aquí donde nuestra labor comienza, pero para ponerla en práctica es necesario que seas tú quien dé el primer paso. Sé valiente y déjate ayudar.

 

Yolanda Ledesma Casado 

Trabajadora Social del Programa Fortaleza

Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres

Mujer en libertad

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Número gratuito de atención a mujeres víctimas de violencia machista

 

Horario: de lunes a viernes, 9:00 – 21:00 horas