Charlamos con el Thyssen sobre la importancia de trabajar en grupos de mujeres
¿Qué necesidades tienen las diferentes comunidades y poblaciones que colaboran con el museo? ¿Qué es lo que el museo debe ofrecer para que esta relación funcione? En la situación actual, ¿cómo abordamos las nuevas necesidades?, ¿qué es lo que nos falta?, ¿qué necesitan las personas de nosotros?, ¿qué aprendizajes y posibilidades estamos descubriendo? Estas son algunas de las preguntas con las que parte este ciclo de conversaciones bajo el título de “En torno a una mesa. Miradas diversas” y con las que se busca abordar las posibilidades de las instituciones culturales como espacios de hospitalidad y cuidados.
En esta ocasión, el encuentro online se ha centrado en abordar desde una perspectiva de género las posibilidades de las instituciones culturales como espacios de trabajo con diferentes grupos de mujeres.
La mesa de debate estuvo mediada por Alberto Gamoneda, educador del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y en ella han participado mujeres profesionales de diferentes ámbitos: Lola Triviño presidenta del Observatorio de la mujer de Plena Inclusión Madrid; Marian López Fdz. Cao, doctora en bellas Artes, investigadora y profesora titular de la UCM; Belén Pizarro psicóloga clínica responsable del programa APOYARTE de la Fundación ATENEA, y nuestra compañera Natividad Hernández Claveríe Gala como representante de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres.
¿Por qué son necesarios los grupos de mujeres?
El trabajo en grupo de mujeres es una de las mejores herramientas para fomentar el empoderamiento, ya que se crean redes de apoyo y afectos en los que cada punto de vista suma y supone un aumento en la seguridad y autoestima de quienes participan.
En este sentido, el Thyssen ha supuesto un antes y un después en la reparación de la autoestima en mujeres víctimas de violencia de género, ya que el museo se convierte en un espacio terapéutico y de protección para muchas mujeres a las que siempre se les ha negado la voz y cuyo punto de vista ha sido sistemáticamente ignorado, minusvalorado o incluso ridiculizado.
Tal y como destacan las profesionales que han participado en los talleres con mujeres en el museo, el simple hecho de empezar a hablar y compartir experiencias creativas entre mujeres genera nuevas narrativas en torno a las obras, y en este sentido el feminismo ha venido a traer nuevas lecturas que enriquecen y suman.
Si algo se ha llevado al extremo en las líneas de educación y acción social emprendidas desde el propio museo es que el centro del trabajo no sean las obras de arte, sino las personas que participan en su propia narrativa e incluso en la cesión de roles , es decir, que sea la persona visitante la que disfrute de ese protagonismo y con ello se nutra de la experiencia y la narración significativa.
Participamos en Nos+otras
Nuestra compañera Natividad Hernández, Psicóloga del Programa Fortaleza de atención a víctimas de violencia de género, enfoca su formación y experiencia en la reparación de la autoestima de las mujeres con las que trabaja y en este sentido destaca que la colaboración con el Thyssen ha supuesto un antes y un después para las mismas.
Natividad valora muy positivamente los avances alcanzados gracias a la iniciativa “Nos+Otras en red”, un proyecto iniciado en 2015 para abordar la perspectiva de género en el que colaboramos junto con otras asociaciones de mujeres y que ha sido de vital importancia para involucrarlas en las instituciones culturales y hacerlas partícipes de las narrativas que se desprenden de las obras artísticas, construyendo así un espacio de creación y reflexión permanente a partir de las colecciones del museo.
Sin embargo, es importante enfatizar y orientar el desarrollo de estas actividades en grupos de mujeres de mayor edad, ya que históricamente han sido las grandes olvidadas y quienes han sufrido la violencia de manera más fuerte e intensa. La experiencia de Natividad con este grupo revela ciertas reticencias a priori cuando se les propone participar en los talleres, ya que tienden a pensar que no tienen nada que aportar porque no están acostumbradas a que se tengan en cuenta sus puntos de vista. En este sentido el museo ejerce una gran labor a la hora de cambiar los esquemas y asegurar a las participantes un ambiente cómodo y de mutua confianza.
Por otro lado, a lo largo de la mesa redonda se reflexionó sobre la responsabilidad que tienen los museos en hacer de sus espacios lugares accesibles, tanto desde el punto de vista físico como cognitivo.
El museo Thyssen lleva tiempo mostrando su compromiso en la lucha por la igualdad y el empoderamiento de las mujeres a través de sus colecciones, actividades y muestras temporales. Prueba de ello es la exposición “Heroínas” con la que se busca visibilizar a mujeres fuertes, activas, independientes y desafiantes. alejadas de los modelos sumisos y pasivos que tradicionalmente se le ha otorgado a las figuras femeninas representadas en el arte.