Violencia de género digital: la última pantalla del machismo
Internet y las redes sociales constituyen un ámbito en el que la población joven se encuentra muy cómoda y en el que desarrollan sus capacidades y relaciones sin las limitaciones impuestas en otros ámbitos. Sin embargo, existen determinados patrones del uso de Internet que no se perciben peligrosos e incluso están totalmente normalizados: intercambiar información o imágenes privadas, el control por parte de la pareja a través de las redes sociales o quedar con un desconocido, entre otros.
Entendiendo que la violencia contra la mujer es todo acto de violencia que tenga como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada, debemos tener en cuenta nuevas formas de ejercer la violencia de género como consecuencia de la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías e internet.
La violencia de género digital está afectando particularmente a los y las adolescentes. Así se refleja en las cifras del estudio realizado por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género “El ciberacoso como forma de ejercer la violencia de género en la juventud: un riesgo en la sociedad de la información y del conocimiento” en el que se muestra un aumento de las conductas de violencia de género digital en adolescentes. Y así lo percibimos también en nuestro estudio sobre percepciones y vivencias de los y las adolescentes ante la violencia de género.
Además, la pandemia del COVID-19 ha ocasionado un preocupante aumento de la violencia de género digital, siento siete de cada diez mujeres las que han sufrido ciberacoso, según el Instituto Europeo de la Igualdad de Género (EIGE).
En este sentido, el Parlamento Europeo ha decido dar un paso al frente y recomienda a la Comisión Europea que tipifique como delitos de violencia contra la mujer el hostigamiento, el ciberacoso, violaciones de privacidad como el acceso y publicación de imágenes íntimas sin consentimiento, el control y la vigilancia ilegal a través de dispositivos telemáticos, la suplantación de identidad, las amenazas, el discurso de odio sexista, el acceso ilícito al correo electrónico o a las redes sociales ajenas o la inducción al suicidio o a la anorexia.
Además, también se pedirá a la Comisión que se aborde la violencia digital que perpetra la industria sexual, como por ejemplo poner fin a la pornografía que se sustenta en el tráfico de personas para su explotación sexual o en la que se perpetran violaciones y otras agresiones y abusos sexuales.
Por su parte, la Comisión ha anunciado que propondrá legislación en este ámbito en marzo de 2022, con medidas para la prevención y la persecución de la violencia de género, tanto en línea como en la vida real
Manifestaciones de la violencia de genero digital
CIBERACOSO EN EL ÁMBITO DE LA PAREJA O EXPAREJA: Supone una forma de limitación de la libertad que genera dominación y relaciones desiguales entre hombres y mujeres que tienen o han tenido una relación afectiva. Se produce generalmente sin que haya coincidencia física, la reiteración se convierte en la estrategia de invasión de la intimidad más utilizada por los acosadores. Por ejemplo, la insistencia en el envío de mensajes o las peticiones recurrentes para conseguir algo.
SEXTING: Consiste en el intercambio de fotografías y vídeos de contenido sexual entre parejas o compañeros/as afectivo-sexuales. Cuando el consentimiento para intercambiar las imágenes entre dos personas se rompe y llega a terceros para extorsionar, es cuando hablamos de sextorsión. Se utilizan las fotografías o vídeos como chantaje para que la víctima no deje la relación con el agresor o bien para humillarla o para pedirle dinero.
PORNOVENGANZA: Consiste en subir imágenes íntimas de la expareja a webs porno para vengarse de ella por haber terminado la relación.
GROOMING: Implica a un adulto que se pone en contacto a través de internet con un niño, niña o adolescente con el fin de ganarse poco a poco su confianza y obtener imágenes de carácter sexual o agredir sexualmente al menor.
DISCURSOS DE ODIO POR RAZÓN DE GÉNERO: No es necesario el contacto físico para condenar por violencia sexual a los autores de este tipo de comportamientos y en este sentido los discursos de odio por razón de genero a través de las redes sociales también constituyen un delito. Uno de los ejemplos lo encontramos en la STS 72/2018 de 9 de febrero por la que se condena a un usuario de Twitter que publicó varios mensajes que incitaban el odio hacia las mujeres: «53 asesinadas por violencia de género machista en lo que va de año, pocas me parecen con la de putas que hay sueltas» o «Y 2015 finalizará con 56 asesinadas, no es una buena marca pero se hizo lo que se pudo, a ver si en 2016 doblamos esa cifra, gracias»
Cómo identificar la violencia de género digital
Lejos de normalizar estos comportamientos o restarles importancia, debemos concienciar a la sociedad de que las siguientes situaciones son señales de violencia de género digital
Acosar o controlar a tu pareja usando el móvil
Interferir en relaciones de tu pareja en internet con otras personas.
Espiar el móvil de tu pareja.
Censurar fotos que tu pareja publica y comparte en redes sociales.
Controlar lo que hace tu pareja en las redes sociales.
Exigir a tu pareja que demuestre dónde está con su geolocalización.
Obligar a tu pareja a que te envíe imágenes íntimas. Puede derivar en Sextorsión
Comprometer a tu pareja para que te facilite sus claves personales.
Obligar a tu pareja a que te muestre sus conversaciones con otra persona.
Mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata online.
Recursos para combatir esta violencia
Es importante que cualquier persona que tenga conocimiento de este tipo de mensajes o comportamientos lo ponga en conocimiento de la Guardia Civil (062) o la Policía Nacional (091) para que se persigan y castiguen.
Tenemos que ser muy proactivos en la investigación y denuncia de estos delitos, y educar a los jóvenes y adolescentes para que identifiquen desde el primer momento cuando se produce una situación de control y abuso desde las nuevas tecnologías.
Con la intención de dar una respuesta integral a las víctimas de este tipo de delitos nace la Asociación Stop Violencia de Género Digital, que además de poner a disposición un teléfono de atención para las víctimas, ofrece una guía de recursos para evitar la violencia de género digital.
Del mismo modo en Zaragoza, la asociación Somos Más, de mujeres supervivientes de la violencia machista, ha puesto en marcha un Punto de Atención Temprana en violencia de género digital. La atención se llevará a cabo con cita previa a través del teléfono móvil 653948651 o el correo asoc.somosmas@gmail.com.
Desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres llevamos observando y alertando esta forma de violencia que sufren desproporcionadamente las mujeres. En 2018 organizamos una jornadas para profundizar en los distintos ámbitos desde los que se puede intervenir, desde el ángulo de la prevención y el conocimiento.
Puedes ver las jornadas completas a continuación: