Adios Milagro, compañera y amiga

Con el fallecimiento de Milagro Rodríguez Marín el pasado 30 de abril, la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres pierde no solo a una de sus cofundadora. Nos despedimos de una integrante activa de nuestra organización, de una luchadora tenaz y, por encima de todo, de una gran amiga. Su ánimo incansable nos acompañará siempre, en los buenos y en los malos momentos.

Conmemorando su memoria, queremos compartir una de las reseñas recibidas en su recuerdo:

LECTURA EN RECUERDO DE MILAGRO RODRIGUEZ MARÍN

No pretendo encontrar palabras de consuelo, para tanta tristeza, pero sí quiero compartir el “privilegio” de ser amiga de Milagro.

Ella era una persona maravillosa y feliz, repetía…“me siento muy afortunada”, “tengo la vida que siempre había soñado”,

Su corazón era inmenso y en él tenía instalados a todos los “suyos”, “su tribu”,

Ella tenía: “el mejor compañero de viaje”, la mejor hija, los mejores hijos, la mejor nieta, el mejor nieto, SUS CRIANZAS, no he conocido a una esposa, una madre, una abuela, más orgullosa.

Tenía el mejor yerno, la mejor nuera, los mejores hermanos, sobrinas/os, las mejores cuñadas, y las mejores amigas/os, y hasta el mejor socio… ella, era generosidad en “estado puro”.

Milagro cuando entraba en “tu vida” era:

– Para enriquecerla, para protegernos y arroparnos con su cariño, para contagiarnos sus inquietudes.
– Ella, siempre estaba cuando la necesitabas, pienso que tenía “un radar especial” que le avisaba cuando estabas en horas bajas.
– Y tenía otras cualidades admirables como su capacidad para hacerte la vida fácil, su sentido del humor y una habilidad especial para sacar lo mejor de cada uno de nosotros. Cuando estabas con ella hacía que te sintieras valiosa y única.
-Milagro era una persona inteligente, transparente, de “convicciones” e “ideales”, que LUCHÓ por un mundo más justo, donde las mujeres no sufrieran humillaciones, ni violencia, y nos ha dejado su huella.

Perdonar mi atrevimiento, si Milagro hubiera escrito un testamento para “esa tribu que tenia instalada en su inmenso corazón”, me arriesgo a adivinar que diría: “aprovechar el tiempo y luchar por vuestra felicidad”, ¡ah! viajar todo lo que podáis, y recordarme con una sonrisa.

En vuestro nombre, MILAGRO te decimos:

– MUCHÍSIMAS GRACIAS, por todo lo que nos has regalado.
– Ha sido un privilegio que hayas estado en nuestras vidas.
– SIEMPRE VIVIRÁS EN NUESTRO CORAZÓN y te recordaremos con una sonrisa, como a ti te hubiera gustado.

Lucila Corral