Día Mundial contra la Trata: Ni hoy ni nunca nuestros cuerpos pueden ser considerados mercancía
El 30 de julio es la fecha elegida por Naciones Unidas para concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano, así como promocionar y proteger sus derechos.
Desde la Comisión para la Investigación de malos Tratos a Mujeres, con ocasión de esta conmemoración, consideramos esencial visibilizar que el máximo exponente de la trata a nivel global, sin menospreciar otras formas de esta terrible actividad, es la que se realiza con fines de explotación sexual, siendo la que mayoritariamente afecta a mujeres y niñas. Según los datos de ONU mujeres, el 84 por ciento de la trata de personas tiene fines de explotación sexual, y el 94 por ciento son mujeres y niñas
La situación en España en relación a la trata sexual evidencia una gran desigualdad, pues las mujeres y niñas sufren de manera desproporcionada esta finalidad: entre 2017 y 2021 el 93% del total de las víctimas eran de sexo femenino, según los datos del Ministerio de Interior, que también avalan el paulatino descenso en la edad media de las víctimas, siendo la franja de edad más representativa la comprendida entre los 18 y los 33 años, con más del 70% del total de víctimas.
Además, el abuso de situación de necesidad o vulnerabilidad de la víctima se ha consolidado en los últimos años como el medio comisivo más frecuente en la trata sexual, llegando a alcanzar en 2021 al 60% de las víctimas. El engaño, ya sea en el tipo de actividad a realizar o en las condiciones de la misma, estuvo presente en un 46% de los casos entre 2017 y 2021.
Por lo que respecta a la forma de captación, varía enormemente según la nacionalidad, desde el “lover boy” para las víctimas del este de Europa, al “vudú-yuyu” para las nacionales nigerianas, pasando por un uso cada vez más importante de internet y las redes sociales.
Teniendo en cuenta los datos oficiales, no se puede obviar que la existencia de la prostitución es la base de cultivo de la trata con fines de explotación sexual. Por ello, aprovechamos una vez más este día para reclamar medidas de carácter integral que den respuesta a esta lacra y entre ellas, la penalización del proxenetismo en todas sus formas, la tercería locativa, así como la penalización de la demanda de prostitución.
Las organizaciones de mujeres nos encontramos impotentes a la hora de trabajar con las mujeres en situación de trata y prostitución, si a estas alturas no contamos con recursos esenciales como son los mecanismos de apoyo terapéutico y posibilidades de inserción laboral, con perspectivas laborales reales, pues todo lo demás desincentiva cualquier actuación dirigida a su recuperación y no hace sino solapar la realidad en que viven inmersas, que no es otra que volver a ser prostituidas.
Todavía queda mucho por hacer, pero desde nuestra entidad continuaremos luchando hoy y todos los días, para que se tengan en cuenta nuestras reivindicaciones en favor de los derechos de todas las mujeres y niñas tratadas y prostituidas.
En el marco del Programa Alternativa, financiado por la Delegación del Gobierno contra la violencia de género y Programa Brújula, Proyecto subvencionado por la Dirección General de Inclusión y Atención Humanitaria y cofinanciado por el FSE+, llevamos a cabo la detección e intervención a medio y largo plazo con mujeres en situación de prostitución y víctimas de trata y explotación sexual.
El Protocolo Marco reconoce la aportación de las organizaciones y entidades con experiencia acreditada en la asistencia y protección de víctimas de trata, y en particular la de aquellas que ofrecen una asistencia de carácter integral y que participan de los programas de las administraciones públicas.
Se reconoce el papel de las organizaciones especializadas para:
- Detectar situaciones de trata, en su trabajo de acercamiento a las posibles víctimas a través de unidades móviles, teléfonos de asistencia y servicios de atención.
- Aportar información relevante para la identificación de las víctimas tanto por su conocimiento del territorio donde ha sido localizada como por la evaluación de la situación personal y social que realizan a las víctimas que atienden.
- Acompañar y asistir a las víctimas, durante el proceso de identificación y derivación. Las organizaciones podrán solicitar su participación siempre que las circunstancias lo permitan.
- Facilitar recursos integrales a los que poder derivar a las víctimas:
o alojamiento seguro y conveniente
o atención sanitaria, psicológica o psiquiátrica
o sociales, educativos y formativos
o inserción socio – laboral
NI HOY NI NUNCA, NUESTROS CUERPOS PUEDEN SER CONSIDERADOS MERCANCÍA.