La CIMTM Y LEM España piden a todos los Estados miembros del Consejo de la UE que mejoren y adopten la Propuesta de Directiva contra la violencia machista
La Unión Europea no tiene herramientas comunes para luchar contra las violencias machistas, pero eso podría estar a punto de cambiar. El Parlamento Europeo negocia su primera Directiva para establecer unos mínimos que deberán cumplir todos los Estados miembros a la hora de prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, así como de proteger, atender y reparar a sus víctimas.
El texto de la propuesta de Directiva relativa a la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, que previsiblemente contará en los próximos días con la mayoría necesaria para ser aprobado en el Parlamento Europeo, es un paso histórico para la UE. El problema vendrá después, ya que la propuesta necesitará ser negociada con el Consejo de la Unión Europea, donde hay estados miembros que ni siquiera reconocen la violencia específica ejercida contra las mujeres.
Existe riesgo de perder una oportunidad histórica
De los 27 estados miembros del Consejo de la Unión Europea, solo seis países no muestran reparos a la propuesta de Directiva relativa a la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica: España, Italia, Grecia, Bélgica, Finlandia y Croacia.
El gran escollo para la aprobación se encuentra en el artículo cinco del capitulo 2 de «Delitos relacionados con la explotación sexual de mujeres y niños y con la delincuencia informática». Dicho artículo hace mención al delito de violación, y pretende ser retirado por la mayoría de los estados miembros del Consejo de la Unión Europea.
Esta oposición supone un gran riesgo, pues de no lograr un acuerdo y consenso entre el Parlamento y el Consejo de la UE antes de las elecciones europeas de mayo de 2024, quedarían sin aprobarse tanto el artículo cinco, como la propia Directiva, perdiendo con ello una oportunidad histórica para luchar contra las violencias machistas a nivel europeo y proteger a las mujeres y niñas.
En este sentido, desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM) y el Lobby Europeo de Mujeres en España (LEM) y como integrantes del European Women’s Lobby (EWL), instamos al Gobierno de España a que aproveche el ejercicio de la presidencia del Consejo de la UE que le corresponde durante la segunda mitad del año 2023 para enviar un mensaje político contundente al Consejo de la UE y confirme su compromiso de adoptar esta Directiva, incluidos todos los aspectos de la explotación sexual.
La propuesta publicada por la Comisión Europea es un gran paso y una oportunidad clave: la ratificación del Convenio de Estambul no obliga a los Estados miembros a legislar directamente, pero si se aprueban directivas, en ámbitos en los que la UE tiene competencias, sí que se tendrán que trasponer en los ordenamientos jurídicos de los diferentes países, también de aquellos Estados miembros que no han ratificado el Convenio de Estambul: Bulgaria, República Checa, Hungría, Letonia, Lituania y Eslovaquia.
En conclusión, desde el movimiento feminista alertamos lo siguiente: para que la Directiva sea realmente efectiva, la violación y la mutilación genital femenina deben tipificarse como delitos sobre la base del eurodelito de explotación sexual de mujeres y niños (artículo 83, apartado 1, del TFUE), tal y como ha propuesto la Comisión Europea. Sin la inclusión de estos delitos de explotación sexual, la efectividad de la Directiva quedará inadmisiblemente reducida, dejando desamparadas a las mujeres y niñas.
¿Por qué es importante que Europea adopte esta Directiva?
La urgencia del problema debería ser bien conocida por todos los Estados miembros, ya que no hay un solo país de la UE en el que las mujeres y las niñas estén libres de violencia.
La violencia machista amenaza la seguridad de la mitad de la población de la UE. Según datos de la Macroencuesta de violencia contra la mujer más reciente
1 de cada 2 mujeres residentes en España de 16 o más años han sufrido violencia a lo largo de sus vidas.
El 40,4% de estas mujeres han sido víctimas de acoso sexual en algún momento de sus vidas.
El 99,6% de las mujeres que han sufrido violencia sexual experimentaron esta por parte de un agresor hombre.
Además, la gran mayoría de las mujeres que han sufrido una violación no han buscado ayuda formal tras lo sucedido.
Lamentablemente, las estadísticas de la UE en su conjunto no muestran una realidad muy diferente a la española. Por primera vez en una década, las desigualdades de género han aumentado, según el Índice de Igualdad de Género EIGE 2022, y en Europa cada semana mueren al menos 50 mujeres a causa de la violencia machista.
Es responsabilidad de la UE y de la comunidad internacional poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas mediante un compromiso firme. No dejen pasar esta gran oportunidad.