La prostitución en España, es una actividad no regulada pero sí castigada en caso de proxenetismo y trata. En 2020 la Policía Nacional y la Guardia Civil efectuaron 133 operaciones contra grupos organizados que se saldaron con la detención de 196 traficantes y la liberación de 215 víctimas
La inexistencia de una “cultura de datos sobre la prostitución” es una realidad en España. Esa ausencia de datos, así como su unificación no permite dimensionar la realidad de la prostitución en España; los datos generados por ONG´s son la punta de un iceberg cuyo tamaño no se conoce.
Existe estadística oficial sobre la trata con fines de explotación sexual, que recoge las intervenciones policiales al respecto, y que aunque orienta, tampoco da cuenta de la hondura de la trata con fines de explotación sexual. En este sentido, en Europa, los artículos 19 y 20 de la Directiva europea 2011/36/ UE sobre prevención y lucha la trata de seres humanos y la protección de sus víctimas, insta a recopilar y presentar estadísticas sobre la trata de seres humanos que ha dado lugar a informes estadísticos que la Comisión Europea viene publicando desde el año 2014, pues si algo no se cuantifica y se dimensiona, no se visibiliza y no se conoce su alcance.
De acuerdo con las novedades aportadas en el último informe sobre la trata de personas de la Comisión Europea, la incidencia de las mujeres procedentes de terceros países es cada vez mayor. De modo que, en Europa, al no cubrirse la demanda, las principales víctimas proceden de Nigeria y China, seguidas de Brasil, Rusia y Argelia.
Con motivo del Día Mundial contra la Explotación Sexual, ponemos de relieve la prostitución asiática en España:
La Comisión tiene constancia de este tipo de prostitución desde el año 2013, y de forma periódica sale en su unidad móvil desde el año 2014. Esto nos ha permitido conocer la prostitución de mujeres asiáticas, que no sólo gira en torno a los centros de uñas, sino sobre todo en pisos y chalés repartidos a lo largo de toda la geografía española, especialmente en la Comunidad de Madrid, Cataluña, Pais Vasco y Andalucía, tal y como revela el primer estudio que realizó nuestra entidad sobre el número de escenarios de prostitución y mujeres chinas prostituidas en el estado español.
Desde que se publicó este informe, ya hay casi más de 50 espacios de este tipo de prostitución sólo en la Comunidad de Madrid. Dichos espacios están repletos de mujeres procedentes del gigante asiático, traídas a través de las redes de trata que sacan beneficio de su situación de pobreza.
Puesto que la mayoría de ellas no hablan español, el objetivo de nuestras intervenciones es ser una alternativa a su única red de apoyo, que es la red de trata. Este es el único modo de facilitar su salida del entorno de explotación en el que se encuentran ejerciendo 24/7.
De los datos extraídos de las Memorias Anuales de intervención con mujeres chinas en situación de prostitución del Programa Alternativa, entre 2011 y 2021 destacamos que:
– Un 19% de las mujeres en situación de prostitución atendidas en el Programa Alternativa son de origen chino. Suponen una de cada cinco mujeres del total (113 expresaron estar en situación de trata con fines de explotación sexual). Su edad media ronda los 46 años y el 11% de ellas, tienen hijos/as.
– Con respecto a la frase más repetida en cada una de las mujeres chinas en situación de prostitución es «no tengo alternativa, sino no estaría aquí».
En el Día Mundial contra la Explotación Sexual y el Tráfico de mujeres, suscribimos las palabras del Parlamento Europeo: la prostitución representa una forma de esclavitud incompatible con la dignidad de la persona y con sus derechos fundamentales.
La prostitución no puede considerarse un trabajo, porque en ningún trabajo un jefe o cliente te penetra. En ningún trabajo, tu cuerpo es la oficina, en ningún trabajo, el 71% de las trabajadoras son atacadas físicamente, el 63% son violadas, el 68% presentan un trastorno de estrés postraumático y el 89% quieren dejarlo salvo que no tiene otra opción para sobrevivir.
Que no nos engañen, la prostitución no puede ser considerada un trabajo.