Entradas

La CIMTM organiza la jornada «Violencia de género en mujeres mayores: las grandes olvidadas»

La violencia de género es un problema social y estructural que afecta a mujeres de todas las edades en todo el mundo. Sin embargo, a menudo se pasa por alto la violencia que enfrentan las mujeres mayores, a pesar de que constituyen un grupo especialmente vulnerable debido a que se encuentran en una situación de mayor riesgo y presentan mayores dificultades para poner fin a las relaciones de violencia. Esta vulnerabilidad se acentúa cuando se unen a la edad, el deterioro físico – mental y factores económicos o geográficos. Además, cabe señalar la soledad y falta de apoyo que sufren muchas de estas mujeres durante la vejez, aumentando la dificultad en la detección, visibilización de las situaciones de maltrato y la presentación de denuncias.

Las mujeres mayores experimentan la discriminación de género en mayor medida que las mujeres jóvenes, así como la discriminación por edad en mayor medida que los hombres mayores. Esta doble discriminación está en la base de la invisibilidad de la violencia de género contra las mujeres mayores, tal y como señala el Estudio sobre las mujeres mayores de 65 años víctimas de violencia de género, realizado por Cruz Roja Española con apoyo de la Universidad Carlos III de Madrid.

En 2023, ocho de las 58 mujeres que fueron asesinadas a causa de la violencia de género, tenían más de 60 años, según las estadísticas de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de género. Teniendo en cuenta que el asesinato es la punta del iceberg de una violencia soterrada y prolongada en el tiempo, para combatir la violencia de género hacia las mujeres mayores es imprescindible adoptar un enfoque holístico que reconozca y aborde los desafíos únicos que enfrentan.

En este sentido, con el objetivo de visibilizar la doble discriminación que sufren las mujeres mayores víctimas de violencia de género y aportar herramientas para su abordaje interdisciplinar desde servicios especializados o no en violencia de género, desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM) hemos organizado la jornada «Violencia de género en mujeres mayores: las grandes olvidadas».

El acto tendrá lugar el próximo 13 de marzo, a las 18:30, en la sala 101 del Instituto Internacional (C. Miguel Ángel, 8, Madrid) y contará con la participación de las siguientes expertas en la materia:

– Natividad Hernández Claverie Gala. Psicóloga Clínica Experta en Violencia de Género

– Begoña Dorado del Águila. Cruz Roja. Referente del proyecto Buen Trato, Programa de Personas Mayores.

-Vanessa Céspedes Larreinegabe. Cruz Roja. Referente del Servicio ATENPRO, Programa de Mujeres en Dificultad Social.

-Susana Martínez Novo. Abogada especializada en derecho en familia y violencia de genero. Presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres.

Desde la CIMTM, como entidad especializada en la atención integral a mujeres en situación de violencia de género, a través del Programa Fortaleza y el teléfono de atención gratuito 900 100 009, consideramos fundamental la coordinación entre los diferentes servicios y administraciones implicadas en garantizar los derechos de las mujeres víctimas de la violencia de género, para asegurar su acceso a los servicios y el apoyo que necesitan para vivir vidas seguras y libres de violencia.

La jornada se dirige tanto a profesionales de servicios sociales y salud, como a público general, y habrá un turno de preguntas para resolver cualquier cuestión de interés. 

Para asistir será necesario reservar plaza escribiendo un correo a comision@malostratos.org o rellenando este formulario 

“Violencia contra las Mujeres: de la Ley a la Realidad”. Perspectiva de las asociaciones a través de la intervención

El pasado 14 de octubre, la presidenta de la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, Susana Martínez Novo, participó en las Jornadas virtuales: «Violencia contra las mujeres: de la Ley a la Realidad» organizadas por la COMPI. 

A través de estas jornadas formativas se pretendía obtener una radiografía sobre las realidades y cambios necesarios para mejorar la incidencia sociopolítica en la materia.

Compartimos lo más destacado de la intervención de Susana Martínez Novo y el enlace en el que puede verse completa su intervención:

 


Si bien es cierto que en España contamos con un elenco normativo indiscutiblemente avanzado en materia de igualdad y lucha contra la violencia de Género. Buen ejemplo de ello es:

  • Ley de igualdad. Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres,
  • Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
  • La promulgación de legislación autonómica sobre Violencia de Genero. Ej: Ley 5/2005 de 20 de diciembre Integral contra la Violencia de Género en la Comunidad de Madrid.
  • Convenio nº 210 del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, aprobado en Estambul y ratificado por España el 18 de marzo de 2014.
  • Medidas adoptadas a través del Pacto de Estado contra la Violencia de género, cuya aprobación culminó en Dic. 2017.
  • Ley 8/2021 de Protección Integral de la Infancia y adolescencia frente a la Violencia.
  • Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de la libertad sexual.

Sin embargo, desde la experiencia de las asociaciones que trabajamos en intervención con mujeres victimas de Violencia Machista, consideramos que es imprescindible hacer hincapié, en la brecha existente entre la legislación y su aplicación efectiva y especialmente en el ámbito judicial.

Según nos trasladan las mujeres usuarias de nuestros servicios, las jerarquías de valores e ideologías personales siguen impregnando la actuación de los profesionales de la Admin. De Justicia.

Respecto al ejercicio de la abogacía, se siguen recibiendo numerosas quejas dirigidas a la actuación de los y las letrados/as de oficio, tendentes en muchas ocasiones a llegar a acuerdos o mediaciones que no cumplen la reparación exigida en estos procesos.

En cuanto a los/as profesionales sanitarios, en ocasiones no sólo se cuestionan la obligación de denunciar de oficio si la víctima no manifiesta su deseo o conformidad al respecto, sino que incluso pueden llegar a minimizar los daños ya sea por actitudes sexistas o simplemente por una tendencia a evitar entrar en cuestiones que se producen en el ámbito de la pareja.

Observaciones en base a nuestra experiencia directa en intervención con mujeres víctimas de violencia de género

1. Persistencia de los estereotipos de género en la aplicación de la Ley.

  • Observamos que la Justicia no tiene en cuenta la violencia de género cotidiana, en forma de violencias verbales, humillaciones y vejaciones, que se producen en espacios privados y públicos. Existe por tanto,  una tendencia a minimizar estas violencias, aunque sean continuadas y reiteradas en el tiempo.
  • Detectamos, además que persiste un discurso sexista que reconduce los actos de violencia a un “conflicto familiar”, y no a una situación de dominación y control por parte de un miembro de la pareja.
  • Denunciamos que en escasas ocasiones se tiene en cuenta la violencia económica del hombre sobre la mujer en el ámbito familiar, a pesar de estar reconocida como tal en el Convenio de Estambul. Existe una tolerancia absoluta ante el estereotipo sexista en el que el hombre ocupa el roll de “titular de hecho” y “ gestor” de los recursos familiares.
  • Tampoco podemos olvidar la doble victimización que sufren las mujeres víctimas de agresiones sexuales. En muchos casos se justifica el acto delictivo trasladando la responsabilidad a la conducta de la propia víctima.

En este sentido, desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres, elaboramos un informe sobre la percepción de la violencia en jóvenes, basado en nuestra experiencia en la formación impartida en institutos en la Comunidad de Madrid. Una de las conclusiones extraídas del informe es que “ la calle”, que históricamente se ha concebido como un espacio de socialización, pasa a concebirse por las jóvenes, como un espacio peligroso y en el mejor de los casos hostil. La población especialmente joven percibe con total impunidad este tipo de agresiones.

2. Se constata lo que podría denominarse una Violencia Estructural o Institucional, desde el momento en que se produce una respuesta inadecuada a las situaciones que afectan a la Violencia de Género.

  • La lentitud de los procesos judiciales, que afecta en general a toda la Administración de Justicia, en el caso de las mujeres Víctimas de violencia, es especialmente grave, ya que hace ineficaz en muchos casos una resolución adecuada y a tiempo de la violencia, que puede dar lugar a la retractación en la denuncia e incluso a la cronificación de las lesiones psíquicas y sus efectos.
  •  Se percibe una falta de especialización de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer o Juzgados de Instrucción con competencias sobre V.G, en la materia civil, relativa a los procesos de divorcio, separación o medidas paterno filiales, derivados de la decisión de la mujer de proceder a la ruptura tras la denuncia.
  • Los regímenes de visitas de los agresores, se establecen en base a formularios estereotipados. Siguen siendo excepcionales los casos de suspensión del régimen de visitas o privación de la patria potestad.
  • Las medidas económicas, se establecen igualmente en base a parámetros preconcebidos, sobre la persistencia de la idea de que las mujeres que denuncian pertenecen a estratos de población de economías con pocos recursos, lo que deja en muchas ocasiones a las mujeres y los hijos en una situación de cuasi precariedad.
  • Del mismo modo, una vez establecidas las medidas económicas, los jueces dan poca importancia a los impagos de pensiones y otras cargas como puede ser el impago de la hipoteca que pesa sobre el domicilio familiar, que deberían ser tramitados con carácter de urgencia, por la precariedad que se origina para las víctimas.

3. Internet ha proporcionado un nuevo espacio para la expresión y transmisión del sexismo, al que la Justicia en la práctica tiene difícil acceso y más difícil todavía se hace la persecución del culpable por el espacio anónimo en que en muchas ocasiones se produce. Creando una sensación de total impunidad.

En esta línea, nos parece especialmente preocupante la falta de respuesta normativa a la violencia ejercida a través de la pornografía en redes, que incide directamente en la normalización de la violencia sexual sobre las mujeres y niñas, desde las etapas más jóvenes de la adolescencia.

Desde nuestra percepción, todo tipo de pornografía supone “per se” una violencia de género, en cuanto implica la utilización del cuerpo de la mujer como objeto sexual, por lo que no admite diferenciaciones conceptuales (una «pornografía violenta» y una «pornografía no violenta») marcadas por un indudable sexismo.

¿Qué reivindicamos desde nuestra entidad?

1. El principio inspirador de la actuación de la Administración de Justicia y de la interpretación y aplicación de la Ley en todos los ámbitos, debe siempre ser el de hacer justicia con perspectiva de género. 

2. Se debe continuar incidiendo en la Formación y especialización, tanto en la rama penal como en la civil relacionadas con la Violencia de género, de los profesionales de la Administración de Justicia. Se necesita que la formación en Género sea obligatoria para el acceso a la carrera judicial y con mayor contenido curricular cuando se trate del acceso a destinos en Juzgados especializados en Violencia Contra la mujer.

3. Necesidad de dotar a la Administración de Justicia de recursos económicos y personales, que eviten la Violencia institucional sufrida por males como son la lentitud de los procesos, insuficiencia de profesionales y equipos multidisciplinares para la elaboración de los informes psico- sociales.

4. En cuanto a la reparación del daño es importante que las indemnizaciones sean adecuadas a las agresiones sufridas.

5. Consideramos necesario la realización de un diagnóstico de las resoluciones judiciales condenatorias y las indemnizaciones acordadas en casos de Violencia de genero incluida la violencia sexual a fin de valorar como se está actuando en cuanto a:

• Reparación del daño físico, psicológico y moral.

• Criterios para su valoración.

• Seguimiento de su cumplimiento. Pues nos preocupa especialmente que en muchos casos el responsable se declara insolvente y no existe responsabilidad subsidiaria por parte del estado , de forma que finalmente no se cumple la reparación del daño en su vertiente indemnizatoria.

6. Los tribunales no cuentan con las organizaciones especializadas de la Sociedad Civil. De hecho, en nuestra experiencia práctica observamos que se minusvaloran los informes de las organizaciones especializadas y en la mayor parte de los casos prevalecen exclusivamente los informes elaborados por los propios profesionales del equipo psico social o forense del Juzgado.

7. En cuanto a la violencia ejercida por medio de las redes y en especial la la pornografía, habría que empezar por concienciar al legislador del mensaje que se transmite por medio de la pornografía y las consecuencias que tiene para nuestra sociedad la normalización de las relaciones donde la mujer no deja de ser un mero objeto de satisfacción al servicio del hombre.

8. Respecto a la normativa actualmente existente, seguiremos insistiendo en la necesidad de dar cumplimiento al Pacto de Estado y proceder a la aprobación de una legislación abolicionista del sistema prostitucional con todas las reformas normativas que ello conlleva, incluida la reforma del Código Penal, la Ley de extranjería y demás relacionadas con dicha materia.

 

Susana Martínez Novo, Presidenta de la CIMTM

"Vivencias, actitudes y percepciones sobre la violencia de género en adolescentes de la Comunidad de Madrid"

Jornadas sobre percepciones y vivencias de l@s adolescentes ante la Violencia de Género – Conclusiones

La Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM) ha organizado este jueves 16 de diciembre unas jornadas para analizar las percepciones y vivencias de l@s adolescentes ante la Violencia de Género.

El acto ha tenido lugar en el Centro Cultural Casa del Reloj y ha sido presentado por María José Carretero, en representación de la CIMTM como parte de su Junta Directiva, y el jefe de área de Prevención y actuación contra la Violencia de Género, Luis Pérez Rodríguez.

En la intervención que precedió a la primera mesa de la jornada, María José Carretero habló del Programa Fortaleza, orientado a la erradicación de todas las formas de violencia de género, y en el cual se incluye un área de prevención y sensibilización, del que forman parte los Talleres de Coeducación y Prevención en Violencia de Género a l@s adolescentes de la Comunidad de Madrid.

“La adolescencia es un momento clave para la socialización y la construcción de nuestra personalidad. Para comprender el fenómeno de la violencia de género en su conjunto, es imprescindible observar qué es lo que ocurre en esta franja de edad, ya que su generación marcará los valores de la sociedad en el futuro.”

Así arrancó Laura Campillo su intervención en la primera mesa de la Jornada dedicada a la presentación del informe “Vivencias, actitudes y percepciones sobre la violencia de género en adolescentes de la Comunidad de Madrid”, un estudio realizado por la CIMTM en colaboración con Albelia Consultora, con el que se analiza el posicionamiento respecto a la Violencia de Género de 1.578 estudiantes de educación secundaria.

El objetivo principal de este estudio es generar información para contribuir a un debate público que consolide la necesidad de reforzar políticas de formación en prevención de la violencia de género en las aulas para ampliar el conocimiento y la concienciación de la juventud en materia de violencia de género.

Algunas observaciones del equipo de formadores de la CIMTM

 

 – El 69% de adolescentes de la Comunidad de Madrid cree que la violencia de género la sufren mujeres y hombres indistintamente.

– Solo el 26% del alumnado participante entiende por violencia de género una forma de violencia contra las mujeres por el hecho de serlo (24% de chicos y 27% de chicas).

En base a su experiencia impartiendo Talleres de Prevención, Laura Campillo destaca que todavía existe un enorme desconocimiento del concepto “género” por parte de los y las adolescentes de la Comunidad de Madrid, ya que solo un 26% del alumnado logra identificar que la violencia de genero es aquella que sufre la mujer por el mero hecho de serlo.

Este dato revela por un lado la necesidad de que sean expertos en la materia quienes informen a los más jóvenes sobre qué es violencia de género, y por otra parte, que el negacionismo así como el tratamiento que los medios de comunicación hacen a menudo sobre estas cuestiones, repercuten negativamente en los y las jóvenes.

Frente a este problema, una de las recomendaciones del equipo formador es utilizar el concepto “Violencia machista” en lugar o acompañado de “violencia de género”, ya que la mayoría de adolescentes confunden el término “género”, equiparándolo al término “sexo”.

Factores que l@s adolescentes consideran causas de violencia de género

En la línea de las observaciones detectadas en el transcurso de las charlas, Laura Campillo destaca que la mayoría de los y las adolescentes caen en la idea de que hay un perfil de víctima: “es importante hacerles reflexionar acerca del hecho de que la violencia de género es un problema social y estructural que puede sufrir cualquier mujer”.

– 1 de cada 9 adolescentes considera que el “comportamiento o personalidad de la víctima” es la causa de la violencia de género.

– Un 16% de chicos y un 23% de chicas cree que la violencia de género es consecuencia de los celos.

– Las chicas comprenden más la complejidad social y estructural del problema de la violencia de género. Los chicos lo asocian más a problemas personales o psicológicos.

Mientras que la mayoría de las chicas sí consideran violencia de genero expresar piropos, chistes sexistas, comentarios sexuales e insinuaciones por la calle, los chicos tienden a minimizar la importancia de estas actuaciones y consideran que no tienen nada que ver con la posible discriminación o violencia que posteriormente se va a ejercer sobre ellas.

– Un 26% de chicas y un 46% de chicos consideran que no es violencia de género expresar piropos, comentarios e insinuaciones sexuales por la calle.

– Un 48% de las chicas y un 64% de los chicos no considera violencia de género hacer chistes sexistas.

– Un 33% de chicas y un 37% de chicos consideran que no es violencia de género apoderarse de la contraseña de la otra persona para ver con quien habla.

– Un 11% de chicas y un 23% de chicos consideran que no es violencia de género controlar la forma de vestir de la pareja.

Uno de los datos que preocupa especialmente a nuestra organización es que un 48% de los y las adolescentes consideran que la prostitución no es una forma de violencia de género. Los chicos consideran la prostitución como una opción de ocio más, y las chicas pueden llegar, en una situación de extrema vulnerabilidad, a verla como una opción, destacó Laura Campillo.

Vivencias de los y las adolescentes ante la Violencia de Género

 

 

En lo referente a las vivencias de los y las adolescentes ante la violencia de género, Laura Campillo destaca que chicas y chicos presentan dos visiones muy contrapuestas. Por esto motivo, uno de los objetivos del equipo formador es enfrentar ambas vivencias para conocer la realidad del otro, debatir conjuntamente y fomentar así la empatía.

La conclusión es que mientras ellos tienen miedo a que les roben por la calle, ellas manifiestan sentir miedo a ser violadas, además de ser robadas y por supuesto agradecen que se realicen estos talleres, porque tienen la posibilidad de sincerarse en un espacio seguro. 

Para finalizar su intervención y transmitir la realidad que se vive en las aulas, Laura Campillo proyectó varios testimonios en pantalla de las distintas situaciones de violencia vividas en primera persona por chicas que han recibido los talleres de prevención.

Es muy duro escucharlos, pero si no hay educación sexual llegamos tarde a estos testimonios, y mientras no hay una sensibilización en género continuada seguiremos llegando tarde. Necesitamos también la implicación del profesorado, porque los mejores resultados que hemos observado han sido en clases donde los profesores y profesoras estaban implicados con su alumnado.

Sin embargo, al lado de los testimonios sobre vivencias de la violencia de género, Laura Campillo denuncia que en las aulas también se encuentra con aquellos que todavía niegan la violencia machista y que repiten frases sin fundamento como que “no hay que darle tanta importancia al numero de asesinadas porque en la carretera mueren muchas más personas” , una razón más para no dejar de apostar por la prevención desde la infancia.

La segunda intervención continuó de la mano de Daniel M. Méndez, quien junto a Laura Campillo ha impartido y participado en los talleres de prevención y en el estudio presentado.

Para Daniel M. Méndez, el objetivo principal de estas charlas es dar a los adolescentes la oportunidad de cambiar sus creencias más arraigadas, y para ello quienes impartan los talleres de Coeducación deben conocer de cerca el contexto en el que se desenvuelven los y las jóvenes.

Es normal que piensen «ya están aquí los feminazis» cuando nos ven llegar a las clases si desde pequeñ@s se educan en una sociedad machista, explicó Daniel M. Méndez, antes de proporcionar herramientas prácticas sobre cómo enfocar una charla sobre violencia de genero con menores.

En este sentido, destacó como algo imprescindible el no cuestionar los gustos o intereses de los y las adolescentes de manera directa. “Demos al alumnado la oportunidad de reflexionar e interiorizar ideas. Para ello, necesitarán datos impactantes y anécdotas que ejemplifiquen la realidad.»

Es importante tener en cuenta los obstáculos que el equipo de formadores se va a encontrar durante el transcurso de las charlas: algunos adolescentes tienen muy interiorizado que las profesionales odian a los hombres o que el feminismo es un movimiento en contra de los mismos.

Para conseguir que el alumnado salga de la formación entendiendo qué es la violencia de género, habrá que explicarles qué son los estereotipos de género y cómo nos afecta negativamente la socialización diferenciada a hombres y mujeres, todo ello reflexionando mediante videos y ejemplos publicitarios que generen un debate posterior.

Pensemos que si un 26% de adolescentes han sabido definir qué es la violencia de género a pesar de no haber recibido ningún tipo de formación, imaginemos cómo aumentaría ese porcentaje con formación continuada y debate social. “Son los propios alumnos quienes nos acaban pidiendo la violencia de género como una asignatura.”

Los celos y el amor romántico forman parte del día a día de los menores, no debemos obviar esta realidad, sino hacerles reflexionar mediante dinámicas participativas. En este sentido, otro de los datos que destacó Daniel M. Méndez es que gracias a los talleres, la mayoría de los adolescentes pasan de creer que “hay celos buenos y celos malos” a reconocer que todos los celos son negativos.

El aumento de las agresiones sexuales múltiples es solo una de las muchas consecuencias que tiene el «profesor porno», por eso es importante llevar la educación sexual a las aulas, aclarar a los adolescentes que el porno es ficción y que perpetua el abuso y la dominación sobre las mujeres.

Una de las críticas que realizó Daniel M. Méndez en este sentido es que el profesorado debe hablar de relaciones afectivo-sexuales con el alumnado, poniendo en el centro la comunicación, la empatía, el respeto y la igualdad.

Con respecto a si se debe abordar el debate de la prostitución en las aulas, la conclusión que se extrae del informe sobre “Vivencias, actitudes y percepciones sobre la violencia de género en adolescentes de la Comunidad de Madrid” es que es determinante, pues de lo contrario continuará creciendo el porcentaje de adolescentes que normaliza la explotación sexual de las mujeres.

Abordar pues la prostitución desde el enfoque abolicionista que defiende la CIMTM es fundamental para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.

La moderadora de la primera mesa, Beatriz Casco, en representación de Albelia Consultora, dio por concluida la primera parte de la jornada con la siguiente reflexión: »para abrir ventanas de oportunidad y reflexionar a través del debate, debemos cambiar la forma de hacer pedagogía mediante la integración de la perspectiva de género y la consideración sin prejuicios del interés de los y las menores, algo en lo que el equipo de formadores de la CIMTM lleva mucho tiempo trabajando».

RESPUESTA INSTITUCIONAL FRENTE A LA VIOLENCIA EN JÓVENES

 

La segunda mesa de la jordana, estuvo moderada por la Vicepresidenta de la CIMTM, Asunción Miura, y contó con la participación del Jefe del área de Ciudadanía y Derechos Sociales de la FEMP, Joaquín Corcobado y con la Fiscal de Sala contra la Violencia de Género, Pilar Fernández Pérez, para abordar la respuesta institucional frente a la violencia en jóvenes.

Joaquín Corcobado aprovechó el principio de su intervención para recordar y agradecer el convenio entre la CIMTM y la FEMP que hacer posible la sensibilización a través de la exposición itinerante Crecer con miedo: niños y niñas ante la violencia de género.

A continuación, Joaquín pasó a hablar del Programa ATENPRO, servicio que, con la tecnología adecuada, ofrece a las víctimas de violencia de género una atención inmediata, ante las eventualidades que les puedan sobrevenir, las 24 horas del día, los 365 días del año y sea cual sea el lugar en que se encuentren.

La FEMP recibirá una subvención de 32 millones de euros para desarrollar el nuevo servicio de ATENPRO.

Según adelantó Joaquín Corcobado, esta nueva subvención se utilizará para ampliar el servicio, que hasta el momento solo se ofrece a mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito de la pareja o expareja, y que está en proceso de ampliación a víctimas de todas las violencias machistas.

El broche final de la jornada lo puso la fiscal Pilar Fernández Pérez, quien dedicó su intervención a reivindicar que solo protegemos a las madres si también protegemos a sus hijas e hijos y viceversa. «Hasta hace muy poco en el ámbito de la justicia había una posición especialmente pasiva en el ámbito de los menores y adolescentes que convivían con la violencia. Los menores van adquiriendo protagonismo a la hora de denunciar y demandar que se les aparte de esa violencia. Nos corresponde la protección e los menores», destacó.

Pilar centró su intervención en la explicación de los avances que se han realizado de forma progresiva en el ámbito de la protección de las niñas y niños en la violencia contra la mujer, cerrando su ponencia con la modificación más reciente: la ley 8/2021, de 2 de junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica.

Accede al video completo de las jornadas en este enlace:  

Efectos de la violencia de género sobre la salud de las mujeres

Jornadas sobre Violencia de Género y Efectos en la Salud de las Mujeres – Conclusiones

La Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres (CIMTM) ha organizado este martes 28 de mayo, Día Internacional de la Salud de las Mujeres, unas jornadas para analizar los efectos que tiene la violencia de género en la salud de las víctimas, con especial referencia a las embarazadas.

El acto ha tenido lugar en la sede de la Delegación de Gobierno contra la Violencia de Género y ha sido presentado por una de sus representantes, Miriam Benterrak; la coordinadora de programas del Observatorio de Salud de las Mujeres, Rosa Mª López Rodríguez y la vicepresidenta de la CIMTM, Asunción Miura.

Segunda mesa de las jornadas. De izquierda a derecha, Susana Martínez, María Luisa Lasheras, Sara Vicente y María de los Ángeles Ceballos

El embarazo es un periodo especialmente vulnerable en la violencia machista por el grave peligro que corre la vida de la mujer y del feto, y también por los distintos cambios que pueda provocar en la relación la llegada de una nueva persona que necesita atención y protección.

Marisa Pires, moderadora de la primera mesa y secretaria de la Comisión Técnica de Acciones en Salud frente a la violencia de género en la Conserjería de Sanidad, ha afirmado que aproximadamente un 30% de las mujeres embarazadas sufren violencia, con unas consecuencias devastadoras.

La ginecóloga Alexandra Arranz ha enumerado estos terribles efectos: traumatismos abdominales, desprendimiento de la placenta, empeoramiento de enfermedades crónicas, sangrados… Y psicológicos: ansiedad, suicidio, estrés postraumático…

Para el feto, la violencia de género durante el embarazo puede provocar la muerte, la prematuridad, la rotura prematura de membranas entre otros riesgos. Cuando crecen, los hijos de las víctimas pueden desarrollar actitudes agresivas, como el maltratador, y las hijas pueden normalizar la violencia en sus relaciones.

El embarazo es una forma más de que los maltratadores ejerzan control sobre las mujeres y por ello “un arma es no permitirlas controlar su propia fertilidad. Se les impide tomar anticonceptivos o se les obliga a hacerlo. Una víctima de violencia de género tiene muchas más posibilidades de tener un embarazo no deseado”.

Mónica López, trabajadora social y coordinadora del Programa Fortaleza de la CIMTM, ha criticado la ausencia de casas de acogida específicas para mujeres embarazadas. También destaca que no conoce “ninguna mujer a la que se le haya concedido el pago único a nivel estatal por ser víctima de violencia. La ayuda que reciben depende de que tengan una orden de protección en vigor o una sentencia y es solo de 426 euros”, una cifra con la que es imposible lograr su independencia económica, más aun con bebés a cargo.

Según la psicóloga Trinidad Soria, las víctimas de violencia machista aseguran que su embarazo fue “el periodo de su vida donde más inmensamente solas se han sentido, viéndose también solas ante el futuro”.

Algunos de los indicadores de que una mujer sufre esta situación son “mostrar una tristeza profunda, vergüenza, sentirse abandonadas. Sus parejas siempre están ausentes y distantes, ellas, en tensión y siempre alerta. Algunas creen que merecen una especie de castigo por continuar con el embarazo”.

PROYECTO RESPONSE

La segunda mesa la arrancó la presidenta de la CIMTM, Susana Martínez Novo, explicando el desarrollo del Proyecto Response, una iniciativa llevada a cabo por varios países europeos (España, Francia, Rumanía, Alemania y Austria) con el objetivo de formar al personal para mejorar la capacidad de identificación de la violencia de género en el ámbito sanitario.

“Con el embarazo aumentan las revisiones médicas, las visitas de atención perinatal son una oportunidad crucial para la identificación del caso y su derivación. Los proveedores de atención médica son profesionales en los cuales las mujeres generalmente confían”, ha explicado Susana Martínez.

Los datos expuestos por la presidenta de la CIMTM señalaron a España como uno de los países más avanzados de todos los que participaban en el proyecto, pero se apuntaron algunas medidas necesarias: consultas privadas en las que no se permita entrar a la paciente acompañada (para evitar que entre su agresor con ella y la coaccione), coordinación interinstitucional e interprofesional y un presupuesto específico en el sector sanitario para servicios destinados a víctimas de violencia de género.

María Luisa Lasheras, integrante del Servicio de Promoción de Salud de la Consejería de Sanidad, destaca también la necesidad de “disponer de servicios de interculturalidad para superar la barrera cultural y del idioma, crear comisiones de violencia en los centros de salud y llevar a cabo más programas de formación entre profesionales”.

También defiende un incremento de la plantilla de trabajo social en atención hospitalaria y una continuidad asistencial para víctimas, “para que no lleguen a urgencias después de recibir una paliza y no sepamos que su historial de atención primaria ya lo detectaba”.

Por su parte, la médica y jurista María Ceballos ha narrado en su intervención los distintos interrogantes que puede plantearse el equipo médico ante la sospecha de detectar un caso de violencia machista. “Nos dicen que la confidencialidad con el paciente (el secreto profesional) es fundamental para que nos pueda contar lo que le ocurre, pero por otra parte, el facultativo tiene la obligación legal de comunicar a la justicia cualquier lesión que pueda ser constitutiva de delito”.

Ante esta contradicción, prima el deber legal de comunicar el posible acto de violencia “a menores, mujeres, agresiones sexuales, heridas por arma, etc”. Por lo tanto, el personal médico está obligado a emitir un parte de lesiones “aunque la víctima se niegue, y además está obligado a dejar constancia en la historia clínica que la mujer se ha negado”. La experta recuerda que es fundamental realizar fotografías de las lesiones, en las que se identifique claramente a la mujer, como una prueba mantenida en el tiempo.

Para descargar material complementario sobre el Proyecto Response, pincha en este enlace.

https://www.youtube.com/watch?v=WODZXiIoi8Y