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Cartel migrantes: agentes de cambio frente a las violencias de género

Jornada Médicos del Mundo: Agentes de cambio

Dentro del programa Access impulsado por Médicos del Mundo en sus sedes de Madrid, Aragón y Navarra, un grupo de mujeres de diferentes procedencias se han formado como agentes de cambio, una figura que ejerce una mediación no solo lingüística, sino también cultural y de acercamiento a las comunidades de sus países de origen para eliminar barreras y formar en violencias machistas.

Desde la violencia machista en entornos de pareja, la mutilación genital femenina o los matrimonios forzados, estas agentes de cambio, procedentes de países como Guinea-Bissau, Ghana o Paraguay realizan labores de formación en cercanía con personas de su comunidad, eliminando barreras idiomáticas y culturales y evitando al máximo el problema del “asistencialismo blanco”, que puede generar brechas y rechazo en algunas comunidades.

También se abordaron a través de dos formaciones impartidas por Yolanda Rodríguez Villegas, de la Plataforma Navarra por la Abolición de la Prostitución en Navarra (a la que Ehuleak-CIMTM Navarra pertenece) y Sara Vicente, presidenta de Ehuleak y responsable de CIMTM en Navarra los distintos tipos de violencias machistas y la encrucijada de la Ley de Extranjería en el tratamiento de casuísticas con violencia de género.

En la primera formación se abordaron los distintos tipos de violencia que sufren las mujeres en todo el mundo, incluida la prostitución y la trata con fines de explotación sexual, y se repasaron cifras y realidades.

En el turno de Sara Vicente, quien expuso las respuestas legales ante las violencias machistas, también se abordaron las dificultades que contiene el tratamiento de casos de violencias machistas en situación de extranjería, regular o irregular, por las implicaciones que conlleva, tales como pérdida de situación regular de extranjería o dependencia económica de sus parejas o cónyuges hombres.

También expuso las dificultades que existen, sobre todo en materia de prostitución y trata con fines de explotación sexual, al conseguir documentación que acredite el arraigo o el empadronamiento de las mujeres para lograr la regularización de su situación. A todo ello, expuso, se añade el miedo de estas mujeres a poder ser deportadas a sus países de origen.

 

Ponencia Sara Vicente

Malos tratos

Denunciamos ante el Defensor del Pueblo los obstáculos que enfrentan las mujeres migrantes para acceder al aborto

La organización internacional Women’s Link Worldwide y la Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres han presentado una queja ante el Defensor del Pueblo en la que recogen los casos de 6 mujeres migrantes en situación administrativa irregular a las que se les obstaculizó el acceso al aborto en la sanidad pública de la Comunidad de Madrid. Se trata de mujeres que se encontraban en situación de vulnerabilidad, algunas de ellas eran víctimas de trata y de explotación sexual.

En la queja, las organizaciones denuncian que las mujeres migrantes que quieren acceder a una interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública se enfrentan a una serie de obstáculos derivados de la aplicación del Real Decreto Ley 7/2018,  que restringe el acceso a la sanidad para personas migrantes que no tienen permiso de residencia.

Women’s Link y la Comisión explican que, según la ley de interrupción del embarazo (Ley Orgánica 2/2010), el acceso al aborto debe estar garantizado para todas las mujeres, sin discriminación por nacionalidad ni obstáculos o demoras injustificadas. Sin embargo, los requisitos que el decreto ley establece para que las mujeres migrantes puedan acceder a la asistencia sanitaria pública, se convierten en graves obstáculos en el acceso al aborto y provocan retrasos que pueden hacer que las mujeres se salgan de los plazos establecidos por la ley de interrupción del embarazo.

En uno de los casos presentados en la queja, una mujer de origen nigeriano, embarazada de 9 semanas y víctima de trata tuvo que reclamar durante 15 días que le expidieran el documento de asistencia sanitaria que le permitiera acceder a la sanidad pública. Cuando por fin obtuvo el documento, tenía 11 semanas de embarazo, muy cerca del límite de 14 semanas establecido por la ley para poder interrumpir el embarazo libremente.

“En todo el mundo, las mujeres migrantes se enfrentan a serios obstáculos para acceder a los servicios de salud y, en concreto, a la salud sexual y reproductiva. España no es una excepción. Con esta queja queremos pedir al Defensor del Pueblo que investigue estos obstáculos y emita una serie de recomendaciones a las diferentes administraciones de salud para que esta práctica discriminatoria cese”, explica Estefanny Molina, abogada de Women’s Link.

Las organizaciones también explican que, además del obstáculo que suponen los requisitos que establece el propio decreto ley, en algunos casos los centros de salud imponen otras limitaciones no contempladas en la ley. Una de las más habituales es tener que justificar 90 días de empadronamiento. Sin embargo, este no es un criterio establecido por el decreto, sino que se trata de una práctica restrictiva que se ha extendido en los centros de salud de Madrid.

“En estos seis casos, gracias a la intervención de diferentes organizaciones, las mujeres finalmente pudieron acceder a su derecho al aborto, pero no sabemos qué habrá pasado con otras mujeres a las que no se les haya informado correctamente o no hayan contado con apoyos”, explican desde la Comisión para la Investigación de Malos Tratos. “Un paso imprescindible para acabar con esta discriminación es asegurar que todas las personas que tienen contacto con las mujeres estén correctamente formadas en la legislación actual y entiendan que no puede obstaculizar el derecho al aborto de ninguna mujer, sea cuál sea su situación administrativa”, concluye.

Sobre las organizaciones firmantes de la queja:

Women’s Link Worldwide es una organización internacional que usa el poder del derecho para promover un cambio social que favorezca los derechos de las mujeres y las niñas, en especial, de aquellas que enfrentan múltiples inequidades.

La Comisión para la Investigación de Malos Tratos a Mujeres es una organización sin ánimo de lucro compuesta por profesionales feministas que trabajan con el objetivo de erradicar todas las formas de violencia contra mujeres y niñas, defender sus derechos y lograr una sociedad igualitaria.