Somaly Mam

«No es lógico que niñas de 10 ó 12 años sean explotadas sexualmente en un burdel contra su voluntad y que deban recibir 15 clientes al día puesto que, de lo contrario, son torturadas con descargas eléctricas, golpeadas o se les deja sin comida»


Mam, Premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 1998, ha puesto en marcha el pasado mes de diciembre el «Observatorio de la lucha contra el tráfico internacional de mujeres y niñas con fines de esclavitud sexual». Este observatorio tiene el objetivo de impulsar y coordinar acciones «permanentes y eficaces» que contribuyan a la lucha contra el tráfico de seres humanos.
La asociación que representa Mam, Acción por las Mujeres en Situación Precaria (AFESIP), trata de impulsar por todo el mundo innovadores proyectos para «trabajar coordinados para intentar buscar una solución al tráfico de mujeres y niñas, de una vez por todas». «Tenemos que trabajar duramente para ayudar a todas las mujeres del mundo que sufran este problema, no sólo en Camboya», dijo Mam.

Somaly Mam nació en Camboya. De niña fue vendida como esclava en varias ocasiones y obligada a ejercer la prostitución para salir de la pobreza. Finalmente pudo escapar de sus «dueños» y comenzó a trabajar ayudando a las mujeres. Tras permanecer dos años en Francia, regresó a su país en 1995, donde en la actualidad vive y dirige, pese a estar amenazada de muerte, la asociación AFESIP, que desde 1996 ayuda a las mujeres y niñas víctimas de la explotación sexual en Camboya y otros países asiáticos.

En su opinión, la reinserción de las pequeñas que son prostituidas es “profundamente difícil; tenemos mucha suerte si las familias las aceptan y si no, las llevamos a otros sitios donde no conozcan su historia». El trabajo de AFESIP consiste en una «labor de campo» en los burdeles de Camboya para acceder a las niñas y mujeres prostituidas y «hacerles creer que tienen derecho a salir de ahí».

“Nuestro objetivo es luchar contra el tráfico de mujeres y niños que son explotados sexualmente. Nosotros nos centramos en las víctimas, y nos ocupamos de ellas desde la A a la Z, es decir, desde que vienen directamente de la calle, de los prostíbulos, hasta que se reintegran en la sociedad”, afirma Mam.

Su persistencia en la defensa de los derechos humanos llevó al jurado del Premio Príncipe de Asturias a otorgarle el galardón en el campo de la Cooperación Internacional en el año 1998. Por su trayectoria, Somaly Mam ha recibido otros reconocimientos, el último de los cuales ha sido el “Premio Pilar Miró” a la mujer del año.


fuente: www.somalymam.org

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