Estamos de luto

La CIMTM muestra su más absoluto rechazo ante un nuevo asesinato de menores inocentes a manos de su padre

Hoy estamos de luto

Anna y Olivia, uno y seis años. Rocío Caíz, 17 años.
Conocemos hoy también la noticia de que Juana Rivas ya ha ingresado en prisión para cumplir condena. Intentaba proteger a sus hijos.

»Voy a ingresar en prisión. Jamás en mi vida hubiera pensado que nos pasaría algo así. Creo que principalmente está condena es para mis hijos». Así expresa Juana su sentir en el día de hoy. Esperará, entre rejas, el indulto que tantas hemos pedido.

Beatriz Zimmerman, nunca volverá a ver a sus hijas.
Y no olvidamos a todas las demás, que han perdido la vida tras el fin del estado de alarma. Las prefirieron muertas a libres.

Más y más vidas destrozadas. Hoy, las y los feministas estamos de luto

Por supuesto el sistema puede ser reforzado, las leyes mejoradas, los recursos para víctimas, más y mejor dotados. Pero si seguimos permitiendo que se niegue la evidencia. Si seguimos permitiendo que, como un mantra vacío de sentido, se repita una y otra vez »ni machismo, ni feminismo», seguiremos lamentando muertes como la de Olivia, como la de Rocío Caíz.

Hagamos pedagogía en las calles, eduquemos a nuestras hijas e hijos en igualdad. Y no olvidemos que lo que se está llevando este sistema patriarcal, profundamente injusto y violento, son vidas.

Violencia vicaria, violencia institucional, patriarcado, machismo, desigualdad. Palabras. Palabras que quizá, tememos, no se están entendiendo.

Por tanto hoy, desde la tristeza más profunda, solo nos queda apelar a la sociedad en su conjunto:

– Al movimiento feminista: permanezcamos unidas. Que las diferencias no nos impidan seguir trabajando de la mano por todas ellas y por las que vendrán.

– A todos los hombres justos que se saben iguales a sus compañeras, madres, hermanas: declaraos abiertamente feministas. Defended la igualdad, no caigáis en las trampas del lenguaje.

– A los medios de comunicación: compañeras y compañeros, llamemos a las cosas por su nombre y desechemos todo tipo de comentarios banales acerca del asesino. Era un buen padre, muy trabajador, muy amable con sus vecinos. La comunicación es poder. Hagamos uso del mismo con responsabilidad.

– A los negacionistas de la violencia machista, que se han embarcado en una lucha estéril: el movimiento feminista no niega la violencia intrafamiliar. Es más, la condena, igual que condena cualquier tipo de violencia. Por favor, abrid los ojos ya. No neguéis la evidencia. Nos están matando, es así. Y lo están haciendo porque somos mujeres.

– A la comunidad educativa en su conjunto: exigid referentes femeninos en todas las áreas. Sin empoderamiento, jamás habrá igualdad.

– Y por supuesto, a quienes tienen el poder de hacer justicia en los tribunales: no permitáis una incorrecta o parcial aplicación de la Ley Orgánica 8/2021, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia. Tenemos herramientas. Apliquémoslas. Es tarde para Anna, Olivia y Rocío. Pero no permitamos que tras ellas haya más.

Por todos los feminicidios, por todas ellas Y SUS HIJAS/OS, por todo el dolor y la injusticia que hoy sentimos.